Viernes (3) y Sábado (4) de Julio de 2009
Poco queda decir de esos días. El viernes, estuvimos en la playa y por la tarde dimos un pequeño paseo por las tiendas de Sliema, y
otra vez a la playa.
El sábado dejamos el hotel a las 11 de la mañana, aunque las maletas
nos las guardaban el tiempo que quisiéramos.
Pasamos todo el día en la Valleta. Cogimos el ferry Lowenbraun (es lo que pone en el lateral, pero también es del Captain Morgan) que cuesta 93 céntimos, de Sliema a la Valleta, para hacer fotos... y aunque nuestro plan era volver a entrar en San Juan, cuando descubrimos que la cúpula que domina la Valleta no era de la catedral, decidimos ir en busca de la iglesia a la que pertenecía.
Mirando siempre hacia arriba, la encontramos: es la iglesia de las Carmelitas. Entramos, no había nadie y se agradecía el fresco... La iglesia es muy bonita, pero es sólo la cúpula, no tiene más.
Pasamos por el Café Cordina, en la calle principal de La Valleta, que bien merece una visita, y nos acercamos a Floriana a ver la iglesia (enorme).
Recogimos las maletas en Sliema y tomamos por última vez un autobús a La Valleta, para desde allí coger el autobús 8, al aeropuerto... lo cogimos a las 20, porque dudábamos de si el último era a las 20 o a las 21, y más vale no arriesgarse...
El avión volvió a salir con retraso, pero qué le vamos a hacer.
Pasamos todo el día en la Valleta. Cogimos el ferry Lowenbraun (es lo que pone en el lateral, pero también es del Captain Morgan) que cuesta 93 céntimos, de Sliema a la Valleta, para hacer fotos... y aunque nuestro plan era volver a entrar en San Juan, cuando descubrimos que la cúpula que domina la Valleta no era de la catedral, decidimos ir en busca de la iglesia a la que pertenecía.
Mirando siempre hacia arriba, la encontramos: es la iglesia de las Carmelitas. Entramos, no había nadie y se agradecía el fresco... La iglesia es muy bonita, pero es sólo la cúpula, no tiene más.
Pasamos por el Café Cordina, en la calle principal de La Valleta, que bien merece una visita, y nos acercamos a Floriana a ver la iglesia (enorme).
Recogimos las maletas en Sliema y tomamos por última vez un autobús a La Valleta, para desde allí coger el autobús 8, al aeropuerto... lo cogimos a las 20, porque dudábamos de si el último era a las 20 o a las 21, y más vale no arriesgarse...
El avión volvió a salir con retraso, pero qué le vamos a hacer.
Como conclusión del viaje decir que me ha encantado el país y que estoy deseando volver.
0 Comentarios