Miércoles, 11 de Abril de 2012
Hoy ha sonado la alarma a las 8 de la mañana. Media hora después nos hemos levantado, y a eso de las nueve menos cuarto hemos bajado a desayunar. Hoy un poco más light, que esto del buffet tiene sus contras...
Hoy ha sonado la alarma a las 8 de la mañana. Media hora después nos hemos levantado, y a eso de las nueve menos cuarto hemos bajado a desayunar. Hoy un poco más light, que esto del buffet tiene sus contras...
El madrugón se ha debido a que hoy íbamos al Timanfaya. No sé si hemos tardado una media hora en coche.
El paisaje es muy bonito, desértico, árido, con tonos rojizos, lava solidificada, rocas, 3 o 4 matojos desperdigados por el paisaje.
Hay que pasar el echadero de camellos para poder llegar, y girar la siguiente a la izquierda.
Se paga desde el coche (8 euros por cabeza), y se continua una carretera hasta arriba. Aparcas y los hombres que hay por allí te dicen que subas en el autocar naranja, que es el que hace el recorrido por el parque (no se puede hacer de ninguna otra manera).
El paisaje es muy bonito, desértico, árido, con tonos rojizos, lava solidificada, rocas, 3 o 4 matojos desperdigados por el paisaje.
Hay que pasar el echadero de camellos para poder llegar, y girar la siguiente a la izquierda.
Se paga desde el coche (8 euros por cabeza), y se continua una carretera hasta arriba. Aparcas y los hombres que hay por allí te dicen que subas en el autocar naranja, que es el que hace el recorrido por el parque (no se puede hacer de ninguna otra manera).
Subimos al autocar y empezamos el recorrido, con una grabación que ponen en español, inglés, alemán y francés, contando cosas. Me gustó mucho.
Al acabar volvimos a ver los geiseres, que nos habían gustado, y de vuelta al coche.
De vuelta, pasamos por El Golfo, a ver el Lago de los Clicos.
También compramos una roca de olivina en la parte de arriba…. Bajamos, hacemos fotos, una pequeña excursión por las rocas del mar (donde casi nos quedamos aislados por estar subiendo la marea), y volvemos al coche.
A dos minutos en coche están los Hervideros, unos acantilados que dicen que, cuando hay mucho viento, el mar rompe con fuerza y sale el agua por los agujeros y demás. Ese día, nada de viento.
La siguiente parada fueron las salinas del Janubio, que se ven casi desde el coche. Aun así, cuando parece que las has pasado todas, hay un pequeño mirador donde se puede parar para hacer fotos.
De ahí, nos fuimos al hotel ya, que llegábamos justos para la comida (a las 15:30 cerraban!), y después descansar, pasear por el pueblo, y poco más.
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