Tailandia, 8 de Julio (sábado): Chiang Mai.

Ayer el avión se retrasó hora y cuarto, así que llegamos a las 20:30 a Chiang Mai. En la misma sala en donde se recoge el equipaje hay unos puestecillos con “taxi meter”, tarifa fija al centro de Chiang Mai por 120 thb

El hotel que hemos reservado, Vieng Mantra, está en una callejuela oscura, eso sí, situación inmejorable en la ciudad.

Nuestra habitación está en la segunda planta (andando, no hay ascensor). Es como una casa enorme con una piscina en el patio interior. Todo parece muy bonito y cuidado.

Al día siguiente salimos a las 10 del hotel en busca de un taxi como el de ayer, amarillo y azul. Consejo: no busquéis taxis en Chiang Mai... aquí los taxis son los también llamados songtaews, furgonetas semiabiertas como las de la foto.


Songtaew chiang mai

Después da muchas vueltas y preguntar, paramos uno rojo conducido por un hombre mayor, muy sonriente y bonachón, con una barba blanca superlarga, tenía un aire al abuelo de Jake Dragon. Le decimos que queremos ir al Tiger Kingdom y al Doi Suthep. Unas 3 horas. Me dice que 800. Yo tenía leído que suelen ser 200 por hora. Le digo que 600thb. Acepta.




Yendo al Tiger Kingdom, para en una tienda y nos dice “esperad, que voy a pagar una cosa”.  Y se va, y a los 30 segundos vuelve “gracias, gracias”. Y mil reverencias. Y se monta, y nos pasa un panfletillo de una fábrica de joyas, y nos dice “luego, si me hacéis el favor, vamos de shopping a esa tienda, ok? No hay que comprar ni nada, solo ir”. Y le dijimos que sí, porque ellos se llevan una comisión por llevar a turistas a esas tiendas, no nos hacía ningún mal ir, y el hombre era un sol.

Montamos y nos dice que si eso vamos primero a los tigres. 

De todas las entradas que hay en el Tiger Kingdom, elegimos la que incluye todo: tigres smallest, dos de small, medium y big. Y además nos hace un cd de fotos en los smallest y otro en los big. Todo ello por el "módico" precio de 1900 thb (unos 45 euros).

Los primeros que visitamos son los smallest. Nos hacen lavarnos las manos, dejar las mochilas y todo (menos la cámara) fuera y ponernos unas chanclas de plástico para entrar. 

Pasamos con el fotógrafo y con un chaval con una varita de madera. Era una sala cuadrada, con verjas normales, techo, y había creo que 4 tigres diferentes. Y te iban llevando de uno a otro. ¡¡¡Más monos!!! Y juguetones. Había un par durmiendo, y otro intentando morder a quien pudiera para poder jugar. Super majos. Aunque asustan un poco. Son gatos demasiado grandes….. Les sobamos un poco (excepto en la cabeza, que el cuidador estaba venga a gritar “no head no head!!”). Como los niños pequeños.


Después pasamos a los small, que esos tenían entre 5 o 6 meses, y se les notaba pequeños pero aun así mucho mas grandotes. Estos pesaban 50 kilos, vamos, como yo.

Después a los medium, que tenían un año y eran grandes. Muy grandes. Foto por aquí, foto por allá, charlando con los cuidadores, que como les alimentan (que el mediano se comía un pollo sin despeinarse), que viven unos 15 años, que si les cortan las uñas, que no les gusta que le toquen la cabeza, que si esta marca de aquí es de un pequeño juego del otro día, que si tal que si cual. 


Y finalmente a los grandes, con Minnie, Lala, y el macho que era ENORME, 22 meses. Menudo animal. Les tienen ahí hasta los 2 años, y luego ya no les dejan con la gente porque pueden ser peligrosos. Y también crían allí, que luego fuimos a los baby born, que los tienen en una jaula dentro de una caseta, los vimos a través de un cristal, dos tigres que no tendrían ni un mes, superpequeños y dormidos…. Esos sí que eran lindos gatitos.


A todo esto, habían pasado casi dos horas. Vamos, que eran las 12:30 y se supone que teníamos el taxi contratado hasta las 13:20. Y el Doi Suthep está al otro extremo de Chiang Mai. 

Salimos y el hombre estaba esperándonos todo sonriente, "no wory time!!! Three, four, six hours! You happy? Like tigers?", con una sonrisa y una tranquilidad increíbles. Me encanta y sorprende este país.

Tardamos media hora en llegar al Doi Suthep.

El Doi Suthep es un templo que está en lo alto de una montaña. Al llegar cogimos la entrada con el funicular (50 thb en total, y son 300 escaleras bajo un sol abrasador), y subimos. 

Nos descalzamos y entramos y básicamente es un chedi dorado con brillo cegador y la murallita alrededor con un par de salas-templos. Muy bonito.


Había también un par de niñas haciendo un baile típico, y otras chiquillas con danzas tailandesas.

300 escaleras hacia abajo y llegamos a la furgoneta. Eran las dos y pico y nos lleva a la joyería. Que está lejos. Pero allí vamos.

Dice ser la joyería más grande del mundo, o eso tiene grabado en la puerta. Entramos, una señora nos pregunta de dónde somos, “Sapain” (su peculiar manera de decir Spain), y vienen un par de chiquillas que hablan español a enseñarnos la fábrica. Visitamos una sala grande donde pulen, tallan y ponen las piedras en las sortijas o lo que sea. Charlamos un poco con ellas y nos pasan a la tienda.

Al salir, el hombre, con una sonrisa que transmitía felicidad y tranquilidad a partes iguales, nos pregunta si no nos importa pasar a la tienda de al lado, que así le van sellando la tarjetita por llevar turistas. Con que estemos dentro 7 minutos sirve, no necesita que compremos. Son las 15 ya, pero nos dice que no nos preocupemos.

Esta es una tienda de sedas: pañuelos, vestidos y estas cosas. Compramos un pañuelito. Salimos. Entramos en la tienda de al lado. Más joyas. Me pruebo un par de colgantes para gastar los 7 minutos y salimos. Nos da mil gracias el hombre, superfeliz. Que dónde queremos que nos deje…. Pues en Ta Phae Gate. Y allí nos deja, a las cuatro de la tarde. Seis horas por 600 baths, vamos, el doble de tiempo que acordamos por el mismo tiempo. Encantador!

Vamos hacia el hotel, ya no apetece sentarse a comer nada. Compramos piña, sandia y un coco en un puesto que había camino al hotel. Delicioso el coco. Picamos algo en la terraza del hotel, viendo las fotos de los tigres.

A eso de las 20 salimos al Night Market. Me decepciona un poco... está a 15 minutos andando del hotel, y simplemente es un mercadillo a los lados de una calle de 3 o 4 carriles.

A la vuelta intentamos regatear un tuktuk pero creo que me pasé regateando y me dijeron que no...varios de ellos.

Decidimos volver caminando, y además por el camino nos compramos unos helados de Frigo por 50 céntimos de euro.