Tailandia, 3-4 de julio (martes-miércoles) de 2012
Tras facturar las maletas y pasar el control de seguridad, nos dirigimos a la puerta de embarque a esperar. Habíamos reservado gratuitamente (con Emirates) unos asientos bastante decentes, en primera fila detrás del pasillo donde preparan las comidas, que nos permitía estirar totalmente las piernas y apoyarlas en el cajoncito de revistas que había en la pared de enfrente a la altura de las rodillas.
Tengo que darle un diez a la aerolínea... El vuelo se me hizo algo más llevadero gracias al sistema de entretenimiento ICE (Information, Communication and Entertainment) de la pantalla individual, aunque todas las pelis eran en inglés o árabe. Elegí Misión Imposible, por ver algo. Y a la media hora de despegar o así nos dan de comer. Un poco a destiempo; eran las cinco de la tarde y acabábamos de comer…
Dormir un poco, ver la peli…. y a lo tonto y a lo bobo aterrizamos en Dubai a las 00:15 hora de allí, con 34 grados.
La habitación es muy grande. Y la televisión tendrá unas 50”. El aire acondicionado funciona bien. El baño es normalucho y tiene un armario que no cierra bien (aunque no es un armario sino un agujero con tuberías….) Agua, tetera y tés gratis, y de pago unas guías, cervezas cacahuetes y dos cajas con 2 condones cada una. Sin comentarios.
Como era tarde, bajé a recepción a ver si me llamaban un taxi para ir al Golden Mount y me aconsejaron que lo hiciera yo en la calle. Asi que nada, salimos, elegimos un taxi, entro y digo “taxi meter?” (que si no no te ponen el taxímetro). Y me dice "yes yes". Y yo “yes? Sure? Taxi meter?”. “yes yes”. Entramos, nos sentamos, y me dice “where”. “golden mount”. “what?”. “Aja. Aquí” (y le enseño el plano). “Oh, no. Late”. Señala su reloj y nos invita a bajarnos del taxi.
Menudos dos días (o día y
medio, o día, no se….) más largos.
Comenzamos como siempre: tren, cercanías, T4 de Barajas.
Comenzamos como siempre: tren, cercanías, T4 de Barajas.
Tras facturar las maletas y pasar el control de seguridad, nos dirigimos a la puerta de embarque a esperar. Habíamos reservado gratuitamente (con Emirates) unos asientos bastante decentes, en primera fila detrás del pasillo donde preparan las comidas, que nos permitía estirar totalmente las piernas y apoyarlas en el cajoncito de revistas que había en la pared de enfrente a la altura de las rodillas.
Tengo que darle un diez a la aerolínea... El vuelo se me hizo algo más llevadero gracias al sistema de entretenimiento ICE (Information, Communication and Entertainment) de la pantalla individual, aunque todas las pelis eran en inglés o árabe. Elegí Misión Imposible, por ver algo. Y a la media hora de despegar o así nos dan de comer. Un poco a destiempo; eran las cinco de la tarde y acabábamos de comer…
Dormir un poco, ver la peli…. y a lo tonto y a lo bobo aterrizamos en Dubai a las 00:15 hora de allí, con 34 grados.
Bajamos del avión, volvemos a pasar
controles de seguridad y el aeropuerto, que estaba como Barajas un 15 de agosto: llenísimo de gente.
Y además personajes de lo más peculiares: aparte de los guiris occidentales, que éramos muchos, también había un montón de árabes todos bien vestidos, ellas de negro tapadas con diferentes tipos de velos (se la ve la cara, se tapa la boca, se la ve los ojos, no se la ve nada…), luego hindúes, y los que más me sorprendieron unos hombres super-raros envueltos únicamente en toallas blancas.
Hicimos algo de tiempo intentando conectar con el free wifi del aeropuerto, pero no lo conseguimos.
Embarcamos por 3 puertas diferentes, una para los de Primera y Business, que acceden directamente a la planta de arriba (un Airbus 380), y el resto de mortales por dos puertas. Ahora íbamos muy adelante pero en asientos normales, nada de estirar piernas… nuestro compa de asiento, un monje budista que se quedó dormido (o meditando) todo el vuelo.
Y además personajes de lo más peculiares: aparte de los guiris occidentales, que éramos muchos, también había un montón de árabes todos bien vestidos, ellas de negro tapadas con diferentes tipos de velos (se la ve la cara, se tapa la boca, se la ve los ojos, no se la ve nada…), luego hindúes, y los que más me sorprendieron unos hombres super-raros envueltos únicamente en toallas blancas.
Hicimos algo de tiempo intentando conectar con el free wifi del aeropuerto, pero no lo conseguimos.
Embarcamos por 3 puertas diferentes, una para los de Primera y Business, que acceden directamente a la planta de arriba (un Airbus 380), y el resto de mortales por dos puertas. Ahora íbamos muy adelante pero en asientos normales, nada de estirar piernas… nuestro compa de asiento, un monje budista que se quedó dormido (o meditando) todo el vuelo.
Y al igual que en avión anterior,
nada más despegar, pasan el desayuno. A eso de las 4 de la mañana.
Siete horas después aterrizamos, con una
hora de retraso. Salimos hacia la aduana, a pasar el control de inmigración.
Hay una cola considerable pero avanzaba rápido.
Aprovechamos también para cambiar moneda en el aeropuerto, 1 euro = 37 bahts.
Recogemos las maletas y nos dirigimos al Rail Link, el tren que te lleva hasta Phaya Thai. Dos tickets return (ida y vuelta) por 150 thbs cada uno.
En 17 minutos "non stop" nos deja en la parada. Ahora a seguir las indicaciones del BTS, el metro aéreo (bajar un nivel y caminar un poco adelante).
Aprovechamos también para cambiar moneda en el aeropuerto, 1 euro = 37 bahts.
Recogemos las maletas y nos dirigimos al Rail Link, el tren que te lleva hasta Phaya Thai. Dos tickets return (ida y vuelta) por 150 thbs cada uno.
En 17 minutos "non stop" nos deja en la parada. Ahora a seguir las indicaciones del BTS, el metro aéreo (bajar un nivel y caminar un poco adelante).
Los billetes del BTS cuestan 50thb cada uno, nos
montamos, hacemos trasbordo en Siam (ir a la vía de enfrente, ni 10 metros).
Llegamos al hotel Silom i Residence y hacemos el checkin. Tenemos internet
gratis en la habitación y desayuno incluido, y son dos noches.
Hotel Residence I Silom: pues está bien. Se
entra por un sitio que parece el garaje de una casa, de hecho entran coches por
ahí (aunque más tarde nos daríamos
cuenta de que hay otra entrada). Tiene zona pija y zona normal, q es la
nuestra. Esta en una calle-avenida de 3 carriles con aceras pequeñajas llenas
de puestos de comida…. Y al lado hay un local rarísimo con mesas a lo merendero
asturiano pero con comida, así que entras, te sientas, comes, pagas y te vas (o algo así parece).
La habitación es muy grande. Y la televisión tendrá unas 50”. El aire acondicionado funciona bien. El baño es normalucho y tiene un armario que no cierra bien (aunque no es un armario sino un agujero con tuberías….) Agua, tetera y tés gratis, y de pago unas guías, cervezas cacahuetes y dos cajas con 2 condones cada una. Sin comentarios.
Como era tarde, bajé a recepción a ver si me llamaban un taxi para ir al Golden Mount y me aconsejaron que lo hiciera yo en la calle. Asi que nada, salimos, elegimos un taxi, entro y digo “taxi meter?” (que si no no te ponen el taxímetro). Y me dice "yes yes". Y yo “yes? Sure? Taxi meter?”. “yes yes”. Entramos, nos sentamos, y me dice “where”. “golden mount”. “what?”. “Aja. Aquí” (y le enseño el plano). “Oh, no. Late”. Señala su reloj y nos invita a bajarnos del taxi.
Mi primer intento de coger un
taxi, y me echan...
Deducimos que era demasiado tarde
para poder llegar al Golden Mount. Y, ¿qué es lo que está abierto? El MBK.
El MBK es el centro comercial más grande de Asia (me suena de haberlo leído por ahí). La impresión es la de típico mercadillo que uno se espera encontrar en la calle, con puestos vendiendo de todo: móviles, fundas, pdas, portátiles, ropa, camisetas falsas, zapatos, bolsos, dnis falsos, supermercados, puestos de comida, de telas, de trajes, de vestidos, de recuerdos….. pero metido en un edificio nuevo con escaleras mecánicas y ascensores y suelos de mármol y de todo. Y todo esto, 8 pisos. ENORME.
Compré una tarjeta para el móvil
(Intersim), que salen las llamadas al extranjero (fijos internacionales) por 1
thb el minuto.
El MBK es el centro comercial más grande de Asia (me suena de haberlo leído por ahí). La impresión es la de típico mercadillo que uno se espera encontrar en la calle, con puestos vendiendo de todo: móviles, fundas, pdas, portátiles, ropa, camisetas falsas, zapatos, bolsos, dnis falsos, supermercados, puestos de comida, de telas, de trajes, de vestidos, de recuerdos….. pero metido en un edificio nuevo con escaleras mecánicas y ascensores y suelos de mármol y de todo. Y todo esto, 8 pisos. ENORME.
Tras de perdernos en una
especie de zoco árabe con suelos de mármol y de entrar en dos tiendas de bolsos
y otras dos de playeras, llegamos a un supermercado. Compramos para cenar una
bandeja con piña cortada, otra con mango/papaya/melón (ni idea, de color rosita
pero con sabor a melón) también cortada, una barra de pan, un yogur natural y una
bandeja de comida ya cocinada, con arroz blanco y una salsa dulce pero que pica
y pollo rebozado. Nos lo llevamos al hotel.
Cuando salimos estaba pinteando, unas gotas de medio metro de diámetro. Pasamos por el 7eleven de debajo del hotel a por agua, y a cenar y dormir.
Cuando salimos estaba pinteando, unas gotas de medio metro de diámetro. Pasamos por el 7eleven de debajo del hotel a por agua, y a cenar y dormir.
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