Miércoles 03 y jueves 04 de Abril
de 2013
Dos días tranquilos. El miércoles
decidimos no ir a Kairouan, eran un montón de km (3 horas y algo de coche entre ida y
vuelta) para ver una mezquita como las que ya hemos visto, pero con un patio
más grande. Así que lo cambiamos por ir a Mahdía, a 10 minutos en coche,
callejeo incluido. Aparcamos enfrente de Skifa el Kalah, “el
portal oscuro”, la puerta de entrada a la medina, que tiene 10 metros de
grosor, dicen que para asustar a los enemigos que pretendían atravesarla.
En dos pasos llegamos a la Gran
Mezquita, a la que entramos por 1 dinar, y que el hombre de la entrada
claramente nos explicó “españoles, bum bum, puf, solo allí”, que traducido
significa que cuando los españoles asediaron la ciudad de Mahdía, destrozaron
la mezquita y han tenido que reconstruir todo menos la pared principal.
Salimos y de otros dos pasos,
pero cuesta arriba, que cansa más, llegamos a Borj El Kebir, una fortaleza a la
orilla del mar. 7 dinares por persona la entrada, demasiado para lo que había
que ver… pero bueno. Muy grande, vistas muy buenas, hacia el pueblo (oeste),
hacia el cementerio (norte y sur) y hacia el mar y las dos columnas que se
conservan del antiguo puerto marítimo (este).
De 4 pasos volvemos a la puerta
de entrada. Hemos pasado por tiendecillas, pero pocas. El pueblo de Mahdía es muy
tranquilo, no hay casi nadie por la calle, no hablemos ya de turistas, porque
debemos ser los únicos….
El resto del día ha sido relax:
playa, piscina, buffet, pingpong, billar…. Y preparar las maletas, porque al
día siguiente nos íbamos de road trip otra vez.
Y, tal cual. Marchándonos de Mahdía pasamos de vuelta
por el Djem para llegar a la autovía. Y paramos, a buscar playeras (seguimos
buscando unas q nos gusten), a comprar imanes, y de paso un par de mosaicos. A
punto de volver a entrar en el Djem, pero pensábamos que iríamos pillados de
tiempo (al final no).
Dos horas y media de autovía, con
3 peajes, en total, 3 dinares y medio hemos pagado… y llegamos a Túnez
capital, el caos en forma de vehículos, principalmente taxis. Tras varias
confusiones y giros, llegamos al Museo del Bardo (11DT la entrada). Y, pensaba
que sería más grande y un poco más organizado (menudo laberinto!), pero tiene
una colección de mosaicos impresionante.
Decidimos, ya que nos pilla de
camino, parar en los zocos a dar un paseo. Encontramos un parking justo en la
puerta (en la Place de Kasbah), subterráneo, por 900 milimes, y aparcamos.
Damos vueltas por el zoco pero no me ha acabado de gustar.
Y vamos para el hotel, a hacer el
checkin, dejamos las maletas y bajamos a dar un paseo por los alrededores. Nada
reseñable.
Mañana toca Cartago y Sidi Bou
Said.
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