Lunes 04 de Agosto de
2014 – Excursión hasta Kintamani (desde Ubud)
Nos levantamos
pronto, antes de que suene el despertador, que estaba puesto a las 7:30. Nos
traen un desayuno enoooorme a la habitación, asi que desayunamos en el jardín, con el ruido del agua y los patos de fondo.
Los patos comiendo lo que queda de arroz en el campo. |
A las 9 y media
salimos y nos acercamos a la lavandería a dejar la ropa. 3 kilos nos dice la
señora que pesa... sabemos que no, pero bueno. Son 30mil rupias (2 euros) lavar todo. Se lo
dejamos allí y esperamos a nuestro taxista.
El hombre para en el
parking de las villas, y nosotros estábamos esperándole en la entrada. Qué
caos. Pero bueno, a menos cuarto ya le encontramos.
Se llama Kadek y
tiene pinta de ser algo seto, pero nos sirve.
Atravesamos todo Ubud
hasta llegar a Goa Gajah (15 mil), también llamada cueva del elefante. Parece
que va a ser solo va a ser una cueva… y no. Es un complejo bastante grande.
Empezamos a bajar escaleras, pone en la guía que 15 metros bajo el nivel de carretera, y vemos unos
manantiales que se supone que se utilizarían para baños sagrados.
La cueva
tiene una cara labrada pero sin forma de elefante, y el interior, que tiene
forma de T, tiene tres nichos con alguna estatua (piedras más que estatuas).
Manantiales, vegetación, escalones, un pequeño campo de arroz, algun templito
más, y algún resbalón. Acabamos y nos vamos.
El siguiente que
visitamos es Tirta Empul, los manantiales sagrados (otros 15mil). Son
manantiales sagrados, donde la gente va a bañarse para purificarse. Hay dos
recintos donde la gente está bañándose, otro de donde parece que surge el agua,
y luego templos.
Coincidimos con el rodaje de una película o similar. Había un
montón de actrices vestidas de hindúes.
La salida de este
templo es bastante peculiar: te guían hacia una zona al más puro estilo
laberinto del minotauro en el cual las paredes son tiendas, y tiendas, y más
tiendas. Sin pararnos en ninguna tardamos unos 5 minutos en salir.
Al salir nos dice el
conductor que nos va a llevar a una plantación de café. Pues… vale. Llegamos y
paseamos entre muchos árboles de diferentes frutos: el del café, el del cacao,
el de las piñas, canela, vainilla… aquí es donde se fabrica el famoso y caro
café de Luwak: este es un animalillo (una civeta) que se come los granos de café, los expulsa después y luego se recogen, tuestan, abren, y sale el granito de café
que ya se muele y vende.
Intentan hacernos una
cata de café o de té, pero no nos apetece. Pasamos por la tienda donde compro
un té por 3 euros, por hacer compra, y nos vamos.
La plantación |
Ponemos rumbo a
Kintamani. Es un pueblecito en la montaña con vistas al volcán Gunung Batur, y
donde aun se puede ver hasta dónde llegó la lava. Es el más activo de Bali. También
se ve el lago Batur, y ya en el pueblo el templo Pura Ulun Danu Batur. Este también
es uno de los importantes de Bali, y es un complejo bastante grande.
Aparte de
pagar la entrada de la carretera de Kintamani (que no recuerdo), pagamos la
entrada del templo (30mil). Y cuando
vamos a entrar nos dicen que tenemos que ponernos una especie de cinturón a la
cadera, que son 50mil cada uno. Y que es obligatorio. Le digo que 40mil los
dos. Duda pero acepta. Menudo robo de templo, caray. Al menos te dan una
botella de agua fresca…
En el templo estamos
solos, no hay ningún turista, ni casi locales. Solo nos encontramos con una
familia de extranjeros a la salida, y para nuestra tranquilidad, también
llevaban el cinturón.
Al acabar fuimos a
comer a un buffet que había en la carretera, con vistas al volcán. Muy bonito,
pero hacía viento y la temperatura no era cálida precisamente. Comimos bastante
rápido.
Ponemos rumbo a
Gunung Kawi, las Tumbas Reales (15mil). Me habían dicho que era el mejor sitio
para comprar y regatear, así que estaba reservándome hasta aquí… y, virgen santa, tiendas que hay.
Hay que bajar
muuuuchas escaleras hasta llegar a las tumbas (que realmente no son tumbas,
sino santuarios conmemorativos asociados a un rey del siglo XI y a sus esposas), y a lo largo de todo ese camino, hay tiendas. Paramos en una que nos
cayó bien.
Tienen máscaras bonitas y cocos labrados. Empezamos a regatear y regatear y por
240mil (16 euros) me llevo una máscara de Barong, 3 cocos pequeños, dos grandes
y dos bases. Además empieza a llover y las mujeres nos dejan un paraguas. Dicen
que se lo devolvamos al subir. No lo hacemos porque justo dos puestos más
adelante paramos de nuevo, y deja de
llover, asi que devolvemos los paraguas.
Un poco más abajo le compro una colcha a una mujer muy mayor. Y alguna cosilla más también cae.
Los monumentos son bonitos, pero lo que más me gustó fue el enclave en
el que se encuentran: vegetación, un rio, escaleras, arrozales. Muy bonito.
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