Hay un sitio por el que todos nos vemos obligados a pasar, queramos o no, cuando viajamos a algún destino lejano: el aeropuerto.
Nunca me había parado a pensar en el concepto de "aeropuerto"; aquí en Europa diría que están casi todos cortados por el mismo patrón. No hay detalles que te sorprendan o que estén fuera de lo "común", o mejor dicho, de lo que estamos acostumbrados a ver.
Pero eso cambia cuando viajas a Asia. Por eso hoy quería compartir una lista de esos detalles o peculiaridades, más o menos importantes, que me han hecho sorprenderme (y sonreír) en diferentes aeropuertos de Asia.
Las plantas
Que parece una tontería, ¿verdad? En los aeropuertos internacionales no se nota mucho la diferencia con uno europeo: bastante asépticos, pasillos largos, escaleras mecánicas, tiendas, luz artificial, nada de plantas.
Pero en cuanto te apartas un poco de esos aeropuertos, la cosa cambia.
Aeropuerto de Samui, entro al baño y, ¿qué me encuentro? Un acuario de unos 6 metros de largo por 3 de alto (base de madera incluida), lleno de peces tropicales. Y, repito, no hablamos de un pasillo de tránsito, sino del baño.
En los lavabos, jarrones con orquídeas. Pero no de esas que venden en el ikea, con 5 o 6 flores... no no. Mega-orquídeas.
Y no están sólo en los baños... en cualquier hueco te plantan (y nunca mejor dicho) un tiesto con flores gigantes, que crecen como las setas en España cuando llueve.
Facturación
A día de hoy puedo decir que tengo la suerte de que jamás me hayan perdido una maleta en un vuelo (y toco madera para que siga así). Y a veces dudo de cómo puede ser posible: el caos en los mostradores de facturación asiáticos es algo que hasta que no ves, no te crees.
He visto facturar de todo, incluso televisores de 40 pulgadas dentro de su caja (y no solo una vez). Gente deshaciendo y haciendo maletas para conseguir bajar el peso de la maleta facturada (muy típico y que he vivido en primera persona). Familias de 8 personas arremolinados alrededor del mostrador facturando 16 maletas entre voces, risas, y niños jugando con los carros de las maletas.
Me han incluso dado unos billetes de avión con mis apellidos cambiados (aunque esto fue yendo a Marruecos).
Pero cuando la maleta se alejaba por la cinta, con la pegatina del destino puesta en el asa, respiro de nuevo.
Excepto cuando no hay cinta.
Ni pegatina.
Aeropuerto internacional de Yangón, Birmania. Terminal de vuelos domésticos. Ya de por sí la sala no da mucha confianza: más que una sala de facturación parecía el escenario de una obra de teatro, con paredes de madera fina sujetas por caballetes, y en lugar de puertas y ventanas, simplemente los agujeros para pasar y asomarte. De hecho evitamos tocar nada por si se caía.
Pero bueno, llegamos, con nuestros billetes rellenos a mano, y nos piden la maleta para pesarla.
Se la llevan a una báscula totalmente mecánica que está en medio de la sala. El hombre se pesa con la maleta.
No nos pasamos de peso así que nos ponen una cartulina colgada de una goma en el asa (nada de pegatinas)
"¿Dónde dejamos la maleta?". "Aquí". Y eso significa "en esa esquina, junto con esas 4 maletas, que van a vuestro destino también".
Con total naturalidad, como si se hiciera igual en el resto del mundo.
Salas de recogida de maletas.
Esas maletas de Yangón llegaron a su destino, lo cual me hizo aprender que no siempre lo que creemos "normal" es lo mejor.
Eso sí, las recogimos igual que en el aeropuerto de Sukhothai. Había un trozo de suelo medianamente delimitado en el que nos juntaban a todos para recoger las maletas.
Desde ahí veías acercarse un coche tirando de un remolque, que aparcaba al lado, y desde donde te iban dando las maletas en mano. En Malasia (Kota Bahru) también nos pasó.
Cogías tu maleta, y te ibas.
En Birmania parece ser que no tenían presupuesto para remolque... así que las traían a mano un par de trabajadores.
Salas de espera
Aquí la variedad es asombrosa:
Desde salas de espera formadas por un techo de paja y cuatro columnas, con los aviones aterrizando a escasos metros de donde te encuentras sentado...
... a otras en decadencia, con filas y filas de desvencijadas sillas, todas mirando al único entretenimiento de toda la sala: una televisión en la que repiten dos anuncios (uno de sopa y otro con información turística del país) sin pausa alguna.
Alguno incluso con una pequeña estupa en la entrada.
Los embarques
Ya no solo la manera de anunciarlos, que en Birmania consiste en un hombre con un cartel que se planta en la puerta de salida a la pista y espera a que todos los pasajeros lo lean...
...sino también el acceso al avión, donde los fingers (esos pasillitos de cristal) se dejan para aeropuertos de alta categoría y aquí simplemente te diriges hasta el avión (el cual suele ser bastante pequeñito) caminando por medio de la pista de aterrizaje.
Mención especial a uno de los vuelos que cogimos en Birmania, que salió 45 minutos antes de lo previsto. Estábamos todos los pasajeros así que embarcamos y despegó.
Comidas
Creo que en AirAsia es en la única compañía en la que no nos han dado nunca de comer. La "Ryanair asiática" sigue las mismas directrices de la compañía europea...
En el resto de vuelos de más de una hora, en todos había comida. Fruta, panecillos, té, café, bollos rellenos de residuos radiactivos verde fosforito (verídico, ese no le comí)... Ya podían aprender aquí en Europa.
¿Y a tí? ¿Qué has visto en los aeropuertos asiáticos que te haya sorprendido? Deja un comentario y cuéntanoslo!
6 Comentarios
Divertida recopilación de anécdotas, a ver qué nos encontramos por Vietnam, jejeje. Un saludo, Gladys.
ResponderEliminarSeguro que muchas más anécdotas... qué ganas tengo de marcharme yo también. Disfruta del viaje!
EliminarEhhhh pues yo el mejor puente aéreo que he hecho ha sido en Bruselas! Enfrente de cada puerta de embarque tenían un futbolín, y nadie jugaba!!! Son unos sosos... Así que ya ves, fue un visto y no visto: bajar de avión, cambiar de puerta, jugar, subir a avión = genial.
ResponderEliminarAh bueno, y no sé dónde fue, en Munich? O a lo mejor fue en Bruselas también, que tenían un BMW del copónnn con no sé qué últimas tecnologías de materiales y conducción autónoma y blablabla que, quieras que no, entretiene un rato en lo que se te cae la baba (y eso que yo no soy muy de coches).
Me ha matao lo de "no hay cinta... ni pegatina..." O.o xD
Jajajaja, es que, ya verás cuando vayas al "Asia profunda" (no me sirve Japón de nuevo eh :P).
EliminarEn Bruselas tienen los futbolines, y bicis estáticas para cargar tu móvil (si no recuerdo mal). Molaba mucho, sí señor... del BMW no tengo recuerdos, pero había unos lamborghinis (o como se escriba) y similares en el aeropuerto de Doha que flipas.... :P
El mas alucinante aeropuerto en que he estado, (por algo lo consideran el mejor del mundo), Singapur (Aeropuerto Internacional Changi), merece medio dia como minimo para visitar todo, incluido el mariposario y los jardines. Y el peor, el mas decadente, en la paradisiaca isla de Santorini, su aeropuerto es desastroso en cada detalle y la atencion peor (y mejor no te cuento el estado de los baños)
Eliminar. (Comentario de Raul Rozenbaum)
El de Singapur debe ser una pasada, yo estoy deseando conocerlo! El peor... no sé. Los de Birmania eran realmente peculiares, la verdad
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