Jueves, 14 de Julio de 2016

El desayuno del hotel Thangavilas Inn es de estilo indio. Pero bueno. Té negro, que me encanta, y unos dulces.


Pagamos la laundry del hotel, que han sido 280 rupias, y nos vamos.

En una hora llegamos a Gangakondacholapuram. Es el tercero de los templos chola. Hay 4 monos a la entrada que ni se inmutan cuando nos ven. Dentro ni uno.



Salimos y ponemos rumbo a Pondicherry. Resulta que Pondicherry es otro estado diferente, antigua colonia francesa. Aquí hay venta libre de alcohol e impuestos más baratos.

El centro de la ciudad está todo lleno de casitas de estilo francés.

Vamos a comer al restaurante Villa Shanti. Algo más caro de lo normal (1078 rupias, con cerveza, dos personas) pero estaba delicioso todo.


De ahí, al hotel nuevo. La Maison Radha. Es una guesthouse con 5 habitaciones. 



En la planta baja nos recibe un hombre, con el lungi puesto. Se presenta, es muy amable. Nos invita a su casa, donde tiene la mesa de trabajo. Entregamos pasaportes, pagamos, y nos da un mapa increíble de la ciudad con mil anotaciones y dibujos. Genial. Está toda la información que puedas necesitar.

En el primer piso hay una cocina y salón comunitario. Se puede usar sin problemas. También hay un purificador de agua, para rellenar las botellas. Y un frigo.


En el segundo piso, que tiene parte de terraza, hay cuatro habitaciones. La nuestra tiene cocina, una sala de estar, habitación y baño. Es inmensa.

Está muy bien situado, así que decidimos salir a dar un paseo por nuestra cuenta (hay aceras aquí y todo). Salimos a la calle principal y en cuanto nos acercamos a los tuktuks nos pregunta un hombre si necesitamos uno. Digo que sí, para ir al templo de Ganesha. 80 rupias. Digo que es mucho. Me dice que 70. Le digo que 50. 60. 50. Nos lleva por 50.



Tardamos nada en llegar. El templo es muy pequeñito y algo diferente a lo visto:

- El suelo es como de mármol.

- Las columnas están chapadas en metal dorado. Puede ser bronce

- Está muy iluminado, con luz artificial.

- Es una única sala, y en el centro un altar cerrado.

- Hay aire acondicionado.

Aunque no se pueden hacer fotos, me ha gustado mucho, merece la pena.



Desde ahí hemos bajado andando hasta la playa. Hemos pasado por el museo de Pondicherry, que estaba cerrado ya, y no he conseguido saber por dónde entrar al parque para ver el emblema de la ciudad.

Después por el paseo marítimo. Hay muchísimas familias paseando. Hace mucho calor y sobretodo mucha humedad, pero como hay viento se está bien.

Hay un gran monumento dedicado a Gandhi.


Vemos a lo lejos la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, y pasamos también por el monumento a los caídos franceses.

Ibamos a haber cogido un tuktuk para volver al hotel, pero la verdad es que todo está más cerca de lo que parece, así que seguimos caminando, vimos la torre del reloj, y en un momento llegamos.

Un poco de wifi y a la cama.