Llegando a Budapest

Sábado, 29 de Octubre de 2016

Hemos tenido que hacer noche en Madrid, porque el vuelo que tenemos para Budapest sale increíblemente pronto (7:55, los horarios de Ryanair...).

Esta vez hemos elegido el hotel "Ibis Madrid Aeropuerto Barajas".

El alojamiento está bien, es el típico Ibis (parece que usan en todos los mismos planos y medidas), y el desayuno buffet abre a las cuatro de la mañana, lo cual se agradece si tienes que coger un vuelo muy pronto.

Contratamos una oferta desde su web en la que se incluía la habitación, el desayuno, el parking hasta el regreso (creo que eran como mucho 10 noches) y el transporte del aeropuerto al hotel y al revés, así que no nos lo pensamos y reservamos.

Fue todo perfecto excepto dicho transporte del hotel al aeropuerto a las 6 de la mañana.

Resulta que no reservan plazas. Tienes que esperar en la calle haciendo una fila, y cuando llega el bus, subes. El problema es que este bus no parte de este Ibis, sino que viene de otro. Y en nuestro caso sólo traía 2 asientos libres.

Por tanto, el resto de gente que estábamos esperando allí, tuvimos que pagarnos el taxi al aeropuerto (12 euros).

Un gran punto negativo para este hotel...

Ya en el aeropuerto, pasamos los controles de seguridad y nos dirigimos a la puerta de embarque.

Como no queremos que nos bajen las maletas a la bodega, nos sentamos a hacer cola, esperando a que abran (qué poco me gusta esto).

Tras apenas dos horas y media de vuelo, aterrizamos en el aeropuerto de Budapest. Bajamos por la escalera a la pista de aterrizaje, donde nos guían con unas verjas metálicas hasta que llegamos a la terminal.

Ya se empieza a notar que hace más frío que en España... sobretodo el viento, que sopla mucho.

Cambio de moneda en el aeropuerto de Budapest

Llegados a la sala de recogida de maletas, vemos que hay un tenderete de cambio de moneda, a 243 HUF por euro (el cambio oficial estaba casi a 300). También había un cajero, así que pruebo con mi tarjeta EVO a ver qué cambio me da. 278 HUF por euro, igualmente malo, pero necesitábamos dinero para llegar a Budapest... así que nos decantamos por la segunda opción. Sin comisiones.

Por cierto que el cajero está en un montón de idiomas.

Del aeropuerto de Budapest al centro

Nada más salir de esa zona, ya a la terminal, a mano derecha hay un puesto de transporte público de Budapest.

Allí compramos los dos billetes a Deák Ferenc tér, por 530 HUF por persona.

Este billete incluye el bus (unos 20 minutos) hasta la parada de metro Köbanya-Kispest, y luego el metro desde esa parada (que comienza ahí el metro) hasta, en nuestro caso, Ferenciek tere (nos quedaba más cerca del apartamento que la siguiente parada).

Köbanya Kispest está al lado de un gran centro comercial que nosotros vimos cerrado siempre, por tema de horarios supongo.

Ya en el bus empiezo a mirar por la ventanilla, tanteando el país. La sensación que me da podría describirlo como "algo destartalado". Me gustan los países que parecen desordenados, tienen su encanto.

El bus te deja en la misma parada del metro Kobanya Kistpest, que también tiene cierto aire decadente. En unos 15 minutos llegamos a Ferenciek Tere, y, camino al alojamiento elegido.

El apartamento

Al final, entre que el avión aterrizó un poco tarde, el paseo por las pistas de aterrizaje, las vueltas que dimos con el cambio, y el autobús, llegamos algo más tarde de lo previsto al apartamento.

Nos alojamos en un apartamento reservado con Airbnb, en una esquina del parque Károlyi, a apenas 5 minutos de la famosa Vaci Utta.

Vistas desde el apartamento

El apartamento es grande, tiene unas muy buenas vistas al parque, y está limpio. Nos recibe el anfitrión, nos explica (en inglés) el funcionamiento de llaves y calefacción, nos da un poco de información de la ciudad, y se despide de nosotros.

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