Es nuestro último día en Moscú, y hoy al menos parece que no llueve.
Hoy nos toca coger el metro para llegar al parque de Kolomenskoye, antigua residencia de zares y duques.
Casi toda la información que hemos encontrado en internet sobre este parque, hace referencia a la Iglesia de la Ascensión (siglo XVI, fundada en honor a Iván el Terrible), pero no es esto lo que hemos venido a ver.
En lugar de bajarnos en la parada de metro de Kolomenskoye (la de la iglesia), lo hacemos en la siguiente, Kashirskaya.
Siguiendo el mapa del gps (maps.me, un imprescindible en mis viajes ya) llegamos en 5 minutos al palacio de verano de Alexei I, su (dicen) residencia favorita.
Este palacio, construido en madera, no es el original: Catalina II lo mandó demoler, debido a su mal estado de conservación, pero al menos antes tuvo la idea de guardar los planos originales... que el gobierno moscovita usó en 2010 para reconstruirlo.
Empezamos a rodearlo, haciendo fotos por todos sitios. Es realmente bonito, en este viaje a Rusia estoy alucinando bastante con las construcciones de madera.
No hay casi nadie, ni turistas ni residentes, así que esta visita es más agradable aún de lo que pensábamos.
Compramos los tickets para visitar el palacio (350 rublos por entrada y 70 por la cámara de fotos), dejamos la mochila en una consigna que hay, y, por última vez en este viaje, nos ponemos los patucos de tela para no estropear el suelo.
El palacio es realmente espectacular.
Tiene un montón de dependencias, pero lo veo "más funcional" que los otros palacios grandes que hemos visitado. Aquí sí me imagino a gente viviendo.
Aunque por supuesto que hay habitaciones que realmente no sabes para lo que sirven....
... o la típica sala del trono...
...o te encuentras una sauna, como la que todos tenemos en nuestra casa.
Pasamos casi 1 hora en el interior del palacio, solas, sin cruzarnos con ningún turista.
Al finalizar regresamos a Ploshchad Revolutsii en metro, a ver la famosa parada llena de esculturas que... a mi no me llamó para nada la atención.
Sí me sorprendió el interior del centro comercial GUM. Actualmente son unas galerías comerciales de marcas de lujo, aunque también sirvió como mausoleo de la esposa de Stalin (alucina).
Nuestro último día en Moscú no hicimos mucho más. Paseamos por última vez por la Plaza Roja, hicimos unas cuantas fotos, y nos fuimos a hacer la maleta.
A la mañana siguiente, pondríamos rumbo al aeropuerto (taxi desde el hotel, 1250 rublos) y vuelta a España.
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He de decir que Rusia me ha sorprendido. Sí que me había formado unas expectativas bastante altas en el último año, pero no es un lugar al que lleve "toda la vida queriendo ir".
Sin embargo ver algo tan diferente, tan bonito y tan dorado ha hecho de este un viaje excepcional, que a todo el mundo recomiendo visitar al menos una vez en la vida.
En el siguiente post, resumen de gastos para que empecéis a echar euros a la hucha ;)
Y ya sabéis, dadle al megusta en facebook, o suscríbete
Hoy nos toca coger el metro para llegar al parque de Kolomenskoye, antigua residencia de zares y duques.
En lugar de bajarnos en la parada de metro de Kolomenskoye (la de la iglesia), lo hacemos en la siguiente, Kashirskaya.
Mapa de Kolomenskoye, si hacéis click se abre en grande |
Siguiendo el mapa del gps (maps.me, un imprescindible en mis viajes ya) llegamos en 5 minutos al palacio de verano de Alexei I, su (dicen) residencia favorita.
Este palacio, construido en madera, no es el original: Catalina II lo mandó demoler, debido a su mal estado de conservación, pero al menos antes tuvo la idea de guardar los planos originales... que el gobierno moscovita usó en 2010 para reconstruirlo.
Uno de los pasillos del palacio |
Empezamos a rodearlo, haciendo fotos por todos sitios. Es realmente bonito, en este viaje a Rusia estoy alucinando bastante con las construcciones de madera.
No hay casi nadie, ni turistas ni residentes, así que esta visita es más agradable aún de lo que pensábamos.
Compramos los tickets para visitar el palacio (350 rublos por entrada y 70 por la cámara de fotos), dejamos la mochila en una consigna que hay, y, por última vez en este viaje, nos ponemos los patucos de tela para no estropear el suelo.
El palacio es realmente espectacular.
Tiene un montón de dependencias, pero lo veo "más funcional" que los otros palacios grandes que hemos visitado. Aquí sí me imagino a gente viviendo.
Detalle de una lámpara |
Aunque por supuesto que hay habitaciones que realmente no sabes para lo que sirven....
No es una turista si no una guardiana. Recordad, una en cada sala. |
... o la típica sala del trono...
...o te encuentras una sauna, como la que todos tenemos en nuestra casa.
Pasamos casi 1 hora en el interior del palacio, solas, sin cruzarnos con ningún turista.
Por un nada módico precio podéis disfrazaros de zar o zarina |
Al finalizar regresamos a Ploshchad Revolutsii en metro, a ver la famosa parada llena de esculturas que... a mi no me llamó para nada la atención.
Sí me sorprendió el interior del centro comercial GUM. Actualmente son unas galerías comerciales de marcas de lujo, aunque también sirvió como mausoleo de la esposa de Stalin (alucina).
Nuestro último día en Moscú no hicimos mucho más. Paseamos por última vez por la Plaza Roja, hicimos unas cuantas fotos, y nos fuimos a hacer la maleta.
A la mañana siguiente, pondríamos rumbo al aeropuerto (taxi desde el hotel, 1250 rublos) y vuelta a España.
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He de decir que Rusia me ha sorprendido. Sí que me había formado unas expectativas bastante altas en el último año, pero no es un lugar al que lleve "toda la vida queriendo ir".
Sin embargo ver algo tan diferente, tan bonito y tan dorado ha hecho de este un viaje excepcional, que a todo el mundo recomiendo visitar al menos una vez en la vida.
En el siguiente post, resumen de gastos para que empecéis a echar euros a la hucha ;)
Y ya sabéis, dadle al megusta en facebook, o suscríbete
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