4 de Julio de 2017: De Negombo a Anuradhapura
Hoy ha sido otro surrealista y caluroso día de viaje por Sri Lanka.
A las 9 hemos quedado con nuestro conductor, Sangeeth, para comenzar el recorrido. Es un chico de 34 años, muy simpático y dicharachero. Y muy listo. Tiene una agencia de conductores, con 6 bajo su mando, y se pasa casi todo el rato al teléfono con ellos, dándoles instrucciones y controlándolos.
El coche parece nuevo y está limpio. Es automático, cosa que me sorprende.
Aunque el plan era parar en Yapahuwa y Padeniya, nos comenta que son lugares sin mucho interés y visitarlos nos hará emplear un tiempo que podríamos dedicar a otros sitios más interesantes. Pero que es nuestra decisión. Decidimos hacerle caso.
Nuestra primera parada es un templo hindú (en el país budista por excelencia), el Templo de Murugan. Muy colorido, dedicado también a los pavos reales, e incluso tenían uno dentro (en donde no se podían hacer fotos).
Sri Lanka es muy "mi Asia": recogidita dentro de su caos, con tráfico pero no horrible, sin mucho claxon, mucha vida en la calle…. Y demasiado calor. ¡¡Por dios qué calor hace!!
Isurumuniya
Cuatro horas y media después llegamos a Isurumuniya, del que dicen que es el primer templo budista de Sri Lanka (del siglo III a.C.).
Eso sí, hay dos templos: uno excavado en la roca, que ahora está cubierto y en el que hay una estatua de Buda y varias pinturas:
Y otro de posterior construcción:
En lo alto hay una pequeña estupa, a la que subimos.
El museo no nos resultó interesante.
Por cierto, aquí hay que descalzarse, y el suelo no está compuesto únicamente de ardientes piedras, sino también de ardiente arena gorda.
Vamos a comer al hotel Margosa, un buffet que nos cuesta 14 euros los dos… no está mal pero no es mi estilo. Peo bueno. Y de ahí al hotel a dejar las cosas, descansar 20 minutos y a ver la antigua ciudad de Anuradhapura.
Anuradhapura
Anuradhapura es patrimonio de la Unesco, y por tanto la entrada es carísima: 25$ por persona. Sangeeth, que lleva 14 años conduciendo por Sri Lanka, conoce a medio país: entre otros, a un guía en Anuradhapura que si queremos por 30 euros (los dos) nos enseña casi todo el recinto de la antigua ciudad (no toda) y sin necesidad de comprar entrada.
Surrealista de nuevo, ¿a que sí?
El guía, cuyo nombre no recuerdo, habla bastante bien inglés y realmente se desvive en las explicaciones. Sin embargo tiene un gran pero: corre como si le persiguieran monos, cuando la que le persigue soy yo para que precisamente no me deje atrás rodeada de las hordas de monos que campan a sus anchas por los templos.
La primera parada de nuestra visita por Anuradhapura es Sri Maha Bodhi: un ficus ahora gigante que ha crecido a partir del esqueje del árbol bajo el cual Buda alcanzó la iluminación.
Hay bastante gente rezando y haciendo ofrendas (y peticiones). Nos pregunta si queremos pedir algo y aceptamos. A cambio de una pequeña donación, un hombre con un único diente y uñas negras, pero muy entregado a la causa, recita unas palabras y nos anuda un cordón alrededor de la muñeca. Un buen recuerdo de un gran lugar.
La siguiente parada en nuestra carrera por la antigua ciudad (y capital del budismo theravada durante muchos siglos) es Lovamahapaya.
Es un antiguo palacio de nueve pisos, construido en madera, que albergaba a los más de 5 mil monjes que habitaban la ciudad.... hasta que hubo un incendio y se quemó todo.
Sólo quedan los pilares de piedra (y una pequeña reconstrucción de cómo habría sido el palacio si solo tuviera dos pisos).
Nos adentramos en "territorio mono" para visitar otro edificio del que... ni los cimientos. Sólo algo que se parece a una piscina de poca profundidad y que al construir sobre ella (pero dejando hueco) permite que el aire que pasa por debajo refresque el edificio. Qué interesante.
Llegamos por fin a la estupa de Ruwanwelisaya, construida hace 2300 años, de 50 metros de diámetro y 55 de altura. La había visto en fotos y me parecía “pos ná, otra estúpida estupa más”. Pero realmente me impresionó. Tiene un toque de curvatura perfecta, mezclada con ese color blanco inmaculado… el suelo abrasaba, pero nos gustó mucho.
Tienen también un pequeño edificio con un buda dentro, muy bonito.
Por cierto, ¿recordáis que no teníamos tickets? Pensé que este hombre conocería entradas donde no hay guardias que te las pidan... pero no. Entramos por las puertas principales, caminamos hasta donde está la policía y es a ellos a quien dejamos nuestros zapatos para que nos los cuiden.
Para llegar al siguiente punto turístico de Anuradhapura nos subimoms en el coche... y aquí ya pensamos en cancelar la visita, porque me encuentro realmente destrozada de cansancio, sed y calor.
La dagoba Thuparama es la más antigua de Sri Lanka y en su interior se encuentra la clavícula de Buda. En su exterior hay una réplica. (Y, no entiendo mucho, pero una clavícula me parece algo bastante importante como para que la estupa sea tan pequeñita, ¿no?).
Hay mucha gente rezando, adorando, pidiendo...
Caminando campo a través (carrera de obstáculos) llegamos a la piedra de la luna, que simboliza el camino del hombre hacia el nirvana. Dicen que es la mejor conservada de todo el país.
En sus alrededores hay piedras y algún que otro pilar, que es lo poco que queda de la antigua ciudad de Anuradhapura...
Nos falta aún ver otra dagoba y una estatua de buda, pero no puedo con el alma. Así que damos las gracias, pagamos las 5 mil rupias y nos vamos a un supermercado, a cambiar dinero en otra joyería, en la que visto lo visto regateo el cambio de euro a rupia sin ninguna piedad, y al hotel.
El wifi del hotel sólo funciona en mi móvil, en el que además me encuentro una desagradable sorpresa: el hotel que teníamos reservado en Nuwara Eliya nos han cancelado la reserva de dos noches, así que ahora nos toca buscar un hotel nuevo... y no hay precisamente mucho decente donde elegir. Pero la historia de lo que ocurrió, para la siguiente etapa.
2 Comentarios
Hola, qué tal?
ResponderEliminarAndo liada preparando un viaje por Sri Lanka para finales de octubre, ya te comenté en su día que lo tenía en mente y por fin ha llegado.
Quería preguntarte sobre la visita a Anuradhapura, veo que es un imprescindible y me parece que es enorme (he leído que se necesitan hasta dos días para verlo) pero por lo que explicas en media tarde ya lo habíais solventado. Por otro lado, no sé si lo estoy interpretando mal pero no parece que te entusiasmara.
Un beso guapa
Hola! La visita nos habría llevado toda la tarde, pero piensa que hicimos el truco ese con el que no pagamos entrada, y que el señor nos llevó un poco a la carrera. Yo creo que con medio día sirve para visitarlo, dos días me parece exagerado.
EliminarEntusiasmarme... me gustó, y creo que es una visita imprescindible y que puede gustar a todo el mundo. A mi me pilló cansada y con el estómago un poco revuelto (del viaje sin más), y sumado al calor que hacía, al miedo a los monos... todo ese mix empañó un poco la visita. Pero no tiene por qué pasar (es que yo soy muy rara).
¿Ha llegado a tiempo el consejo?
Un beso y perdona, a veces no me avisa de los comentarios :(