Domingo 9 de julio de 2017
Tras la batalla de las hormigas voladoras (en el post de hoteles lo podrás leer) decidimos dormir en otra habitación, sobretodo por el olor que había quedado en nuestra habitación tras los matabichos.
Hanza nos recoge en la verja de la supermansión.
Al ser domingo no hay tampoco tráfico, y se agradece.
Creo que no lo he dicho antes: como nos cancelaron el hotel de Nuwara Eliya, decidimos modificar la planificación inicial: en lugar de dos noches en Nuwara Eliya y una en Ella, haríamos, por sugerencia de Sangeeth, 1 en Nuwara Eliya y 2 en Ella.
Además, teníamos pensado ir en tren desde Kandy a Nuwara Eliya (4 horas de tren), pero Sangeeth también nos sugirió que fuéramos en coche (pagando más, claro). La fábrica de té y la cascada están en el camino, y se tardaba menos.
Realmente menos, no se tarda. Son 68 km de Kandy a Nuwara Eliya, a una media de menos de 30km/h, que hacen casi dos horas y media de camino.
Y si a esto le sumamos las paradas intermedias... tardamos 4 horas en llegar a Nuwara Eliya.
Fábrica de té
La primera parada es en una factoría de té pero de las antiguas. Las
máquinas datan de 1936, y nos explican todo el proceso: secado, triturados
varios, separación, más triturados, quitar las fibras, secar del todo, separar
por colores.
Aunque yo ya había visitado una fábrica en Periyar, la visita me resulta interesante.
Me enteré por ejemplo (que no sabía) de cómo clasifican las distintas categorías de té.
Aunque yo ya había visitado una fábrica en Periyar, la visita me resulta interesante.
Me enteré por ejemplo (que no sabía) de cómo clasifican las distintas categorías de té.
No compramos nada porque 200gr de té son 15 euros… así que seguimos el camino.
Paramos también a ver la cascada de Rawana, que yo pensé que se vería de cerca y, ¡no!. Es desde un mirador donde hay un montón de coches más aparcados...
Templo de Hanuman
Eran ya eso de las 12 del mediodía cuando entrábamos en Nuwara Eliya. Dejamos las cosas en la habitación y, nos vamos a ver el templo de Hanuman, a las afueras de la ciudad.
Este templo está dedicado a Hanuman como salvador de Sita.
Estoy segura de que en algún momento he contado la historia, pero la vuelvo a contar, versión corta: Rama es un príncipe que se casa con Sita, una princesa, pero la madrastra de Rama le destierra al bosque donde el demonio Ravana (rey de Lanka) rapta a Sita. Hanuman ayuda a Rama, rescata a Sita, y todos viven felices y contentos.
Tras la visita al pequeño templo, y ante la falta de oferta gastronómica, acabamos comiendo en el Pizza Hut.
Nuwara Eliya
En Nuwara Eliya, además de llover, hace frío. 15 grados con niebla (que casi no nos permiten ver el Gregory Lake) y bastante viento.
Propongo ir a ver la fábrica de té de Mackwoods (donde el té es más barato), pero está a media hora en coche por el camino por el que hemos venido... la alternativa, de ir a la tienda de Mackwoods de la ciudad, y ver esos "preciosos edificios coloniales" (que son tres), es más tentadora.
Tampoco nos apetece visitar el jardín de pago; la verdad es que el día no acompaña nada. Nos alegramos de habernos quedado sólo una noche aquí.
Tengo la suerte, sin embargo, de ver un pequeño mercado de frutas y verduras, como el que no pude ver ayer en Kandy. Algo es algo.
Mañana vamos a hacer "el recorrido más bonito del mundo en tren" (según guías y páginas famosas de viajes).
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