Hoy es ese día en el que se acaban las vacaciones.
Estaba preparando el siguiente post para publicar, pero me he dado cuenta de que antes quizás debía escribir esta otra entrada.
Cuando estoy regresando de un viaje, no puedo nunca evitar preguntarme un "y ahora, ¿qué?".
Ya sabéis, son esas ansias, o esa necesidad de viajar, la que me impulsa a tener una especie de plan vital, o de motivación extra por la que ir a trabajar cada día (madrugar cuando el despertador manda es lo que realmente no me gusta).
La parte "y ahora qué" laboral es nueva y da un poco de miedo. Me cambio de ciudad y por tanto también de trabajo. No me apetece hablar mucho de ello aquí, en parte porque no viene al caso y en parte porque casi prefiero no pensar en ello... digamos que me voy a una Erasmus laboral con un gran componente de desafío personal (y sin la parte de fiestas y diversión).
La parte "y ahora qué" viajera está un poco en el aire, aunque puedo decir que estoy casi convencida de volver a India, parte norte, de la manera que sea. Me han quedado cosas pendientes... y, qué leches. India despierta un sentimiento de amor-odio que me encanta y engancha a partes iguales.
Y la última parte, la "y ahora qué" bloguera, la tengo bastante perfilada ya: seguir escribiendo (obvio, ¿no?).
Ya sabéis que frené la publicación de posts sobre Sri Lanka para contaros sobre el desastroso inicio de viaje a China.
Aunque supongo que estáis interesados en saber qué cambios hicimos en nuestra ruta, y cómo solucionamos los infinitos percances que nos han ido sucediendo, creo que lo más natural es seguir orden cronológico y continuar con la lágrima de la India (veis, si es que India aparece en todos sitios así sin quererlo).
Dicho todo esto, ya sabéis. Seguid pendientes (o no, porque podéis suscribiros y ya lo leeréis en vuestro email) a las novedades.
¡Feliz septiembre a todos!
Estaba preparando el siguiente post para publicar, pero me he dado cuenta de que antes quizás debía escribir esta otra entrada.
Cuando estoy regresando de un viaje, no puedo nunca evitar preguntarme un "y ahora, ¿qué?".
Ya sabéis, son esas ansias, o esa necesidad de viajar, la que me impulsa a tener una especie de plan vital, o de motivación extra por la que ir a trabajar cada día (madrugar cuando el despertador manda es lo que realmente no me gusta).
La parte "y ahora qué" laboral es nueva y da un poco de miedo. Me cambio de ciudad y por tanto también de trabajo. No me apetece hablar mucho de ello aquí, en parte porque no viene al caso y en parte porque casi prefiero no pensar en ello... digamos que me voy a una Erasmus laboral con un gran componente de desafío personal (y sin la parte de fiestas y diversión).
La parte "y ahora qué" viajera está un poco en el aire, aunque puedo decir que estoy casi convencida de volver a India, parte norte, de la manera que sea. Me han quedado cosas pendientes... y, qué leches. India despierta un sentimiento de amor-odio que me encanta y engancha a partes iguales.
Y la última parte, la "y ahora qué" bloguera, la tengo bastante perfilada ya: seguir escribiendo (obvio, ¿no?).
Ya sabéis que frené la publicación de posts sobre Sri Lanka para contaros sobre el desastroso inicio de viaje a China.
Aunque supongo que estáis interesados en saber qué cambios hicimos en nuestra ruta, y cómo solucionamos los infinitos percances que nos han ido sucediendo, creo que lo más natural es seguir orden cronológico y continuar con la lágrima de la India (veis, si es que India aparece en todos sitios así sin quererlo).
Dicho todo esto, ya sabéis. Seguid pendientes (o no, porque podéis suscribiros y ya lo leeréis en vuestro email) a las novedades.
¡Feliz septiembre a todos!
(Oye, qué a gusto me he quedado organizando un poco lo que haré los próximos meses...)
0 Comentarios