Furong en China es un pueblo construido sobre una cascada. Hoy vamos a visitarlo: no te pierdas cómo llegamos a Furong y nuestras impresiones sobre el pueblo.
Martes 22 de Agosto de 2017.
A las 8
tenemos un coche a la puerta (es un decir; está al principio de la primera
callejuela) con un hombre de unos 40 años esperando para llevarnos a Furong.
Nos pregunta (via app de traducción), que si hemos desayunado ya. La respuesta es afirmativa, pero él no debe haber comido nada y para en un bar de Jishou a por un tapper con comida (que no parecía para nada colacao con galletas).
Nos pregunta (via app de traducción), que si hemos desayunado ya. La respuesta es afirmativa, pero él no debe haber comido nada y para en un bar de Jishou a por un tapper con comida (que no parecía para nada colacao con galletas).
Tardamos dos
horas y tres cuartos largos en llegar a Furong. Le decimos que en unas 3 horas
o tres horas y media le vemos en el coche, porque pretendemos comer en Furong mientras lo visitamos.
Furong
Furong es un
pueblo de la provincia de Hunan, de la etnia Tujia. Aquí no nos recibe gente
vestida con los trajes típicos de la región… de hecho lo único que hay es un
grupo de unos 7 chinos turistas, y otros dos, no turistas, en un escenario tocando un tambor.
De momento pinta bien, no parece que haya mucho turismo, y eso se agradece.
Hace bastante calor pero corre algo de viento. Puede que no nos deshagamos en el asfalto.
Preparando el viaje, este es uno de los lugares que dije que quería visitar sí o sí. No fue fácil de encajar, y aunque me gustó, creo que ya estoy tan desencantada de China que no me asombra nada.
Los carteles están en chino y a veces en inglés. Tenemos que arriesgarnos a bajar unas escaleras, rezando para que no nos hayamos equivocado y nos toque subirlas desandando el camino. Y acertamos. Llegamos a una plataforma desde donde se puede observar la estampa más típica de este pueblo: la cascada. Y lo mejor de todo, es que estamos solos.
Seguimos caminando y nos sale bien la jugada, porque avanzamos hacia la parte baja de la cascada, tras la cual se puede caminar.
De hecho hay una pequeña gruta justo detrás donde se supone que se estableció el primer grupo de habitantes de la zona (este letrero informativo sí estaba en inglés).
Una vez pasada la cascada, seguimos los carteles que indican la salida del pueblo y nos guían por un entramado de callejuelas estrechas llenas de escaleras que tenemos que subir entre sudores y tiendas y restaurantes, para mi gusto, de escasa confianza.
Tan poca
confianza que al final acabamos saliendo del pueblo a las dos horas y media y
sin haber comido…
Nos sentamos en el centro de visitantes a esperar resignadamente a que llegue la hora de encontrarnos con el conductor, cuando de pronto le atisbo entre las cortinas de plástico de la puerta. Me lanzo hacia la calle y le traduzco que no hemos comido, que si nos puede llevar a un restaurante bueno.
¡Descifrado el misterio del "agua sucia"!
Y nos lleva
a un restaurante normal, pero que al menos parece limpio. Pedimos ternera en
trocitos con algo verde, y una cazuela de pollo como la que comimos en Xijiang.
Esta vez incluso nos ponen la cabeza del pollo…
Invitamos al
conductor a comer con nosotros y nos enteramos de que la tetera con “agua
sucia” (té? Caldo?) que hay siempre en las mesas junto a una cacerola sirve
para lavar el cuenco y vaso en el que luego comes. Interesante.
Hace, como
hemos dicho, muchísimo calor, así que intentamos cambiar Hongshiling por
Dehang, pero resulta que la carretera a Dehang se encuentra en mal estado y dada la hora
que es (14 y poco) no nos daría tiempo.
Así que… a
Hongshiling que nos vamos, que está a 15 km y tardamos más de media hora.
Hongshiling
La entrada a Hongshiling cuesta 19 euros. Me planteo si no entrar, pero ya que estamos… lo primero es ver
para luego poder juzgar. Así que pago, abro el paraguas, y damos un pequeño
paseo (de casi una hora, y eso que nos negamos a subir ninguna escaleras –y son
casi todo caminos de escaleras).
Es un parque de roca caliza erosionada durante más de 4mil millones de años debido al mar (ahora mismo la costa más cercana andará a 1500 km de aquí), ríos, lagos y viento.
El nombre Hongshiling significa “Bosque de piedras rojas”, ya que cuando les da el sol, las piedras muestran ese color rojizo.
Cuando estamos nosotras, les da el
sol de lleno, y no son rojas. Ains, qué país este de China.
La vuelta son 3 horas en coche, en las que alterno dormir y mirar por la ventana.
Por cierto que creo que no he hablado de los viaductos y túneles de China. Aquí hacen una carretera y no se comen mucho la cabeza con el trazado: todo recto. ¿Que hay un valle? Viaducto. Da igual lo largo, alto, o costoso que sea. ¿Que hay una montaña? Túnel. Sin más.
No dejo de
sorprenderme con el dinero que puede tener este gobierno.
Cómo visitar Furong y Hongshiling
Coche con
conductor: De Fenghuang a Furong, luego Hongshiling y vuelta a Fenghuang. 600 yuanes, de 8 a 19. Contratado con el hotel.
Furong: 110 yuanes por persona. La visita, parando y no corriendo mucho, dos horas y media.
Hongshilin: 148 yuanes. Yo creo que se puede visitar en 3 horas. Son muchas escaleras por todos sitios, caminos y un montón de piedras (todas iguales). Nosotros con 1, tuvimos de sobra.
0 Comentarios