Me despierto leyendo un email de nuestro siguiente hotel (en Fenghuang), en el que me preguntan si al final vamos a necesitar coche. ¿Coche? Un poco de contexto:
Cómo llegar de Huaihua a Fenghuang.
Hace ya
varios meses que he estado escribiéndome con el hotel de Fenghuang (que tan pronto contesta
al momento como tarda 10 días en responder), en chino, por supuesto, para
evaluar las distintas opciones que tenemos de llegar desde Huaihuanan (nuestra
estación de tren) hasta Fenghuang, a casi 100 km.
Tras mucho traducir, llegamos a la conclusión de que en Huaihuanan hay minibuses que cuando se llenan parten hacia Fenghuang. Son directos y cuestan 80 yuanes. También hay otros que salen desde la estación de autobuses de Huaihua (que está lejos de esta estación de tren) y cuestan 50 yuanes (por persona).
Como no consigo ni que nos mande un taxi ni que nos dé más indicaciones, decidimos que sea "lo que dios quiera" cuando lleguemos a la estación de tren.
Pero al leer ese email en el que me ofrecen un coche por 50 yuanes (por persona), directo y privado, salto de la cama y bajo a recepción a pedir que llamen al hotel, para que le confirmen que sí, que venga el coche, que me digan dónde me espera.
En el hotel me ayuda el hombre que "sabe" inglés. En mi mente parece una conversación sencilla ("Buenos días, una cliente de nuestro hotel va a llegar hoy al vuestro y quiere confirmar que sí necesitan coche de Huaihuanan a Fenghuang. ¿Dónde os tiene que ir a buscar?" "Pues que vaya a tal sitio" "Perfecto, gracias"), pero el hombre pasa unos 10 minutos al teléfono, conmigo delante, haciéndome preguntas estilo "vais en tren?".
Agradezco mucho la ayuda recibida, pero no puedo evitar pensar que estos chinos están un poco "empanados". Eso sí, el día que espabilen.... dominarán el mundo.
Ya por fin me indican que nos esperan en el KFC a la salida de la estación de trenes.
Tras mucho traducir, llegamos a la conclusión de que en Huaihuanan hay minibuses que cuando se llenan parten hacia Fenghuang. Son directos y cuestan 80 yuanes. También hay otros que salen desde la estación de autobuses de Huaihua (que está lejos de esta estación de tren) y cuestan 50 yuanes (por persona).
Como no consigo ni que nos mande un taxi ni que nos dé más indicaciones, decidimos que sea "lo que dios quiera" cuando lleguemos a la estación de tren.
Pero al leer ese email en el que me ofrecen un coche por 50 yuanes (por persona), directo y privado, salto de la cama y bajo a recepción a pedir que llamen al hotel, para que le confirmen que sí, que venga el coche, que me digan dónde me espera.
En el hotel me ayuda el hombre que "sabe" inglés. En mi mente parece una conversación sencilla ("Buenos días, una cliente de nuestro hotel va a llegar hoy al vuestro y quiere confirmar que sí necesitan coche de Huaihuanan a Fenghuang. ¿Dónde os tiene que ir a buscar?" "Pues que vaya a tal sitio" "Perfecto, gracias"), pero el hombre pasa unos 10 minutos al teléfono, conmigo delante, haciéndome preguntas estilo "vais en tren?".
Agradezco mucho la ayuda recibida, pero no puedo evitar pensar que estos chinos están un poco "empanados". Eso sí, el día que espabilen.... dominarán el mundo.
Ya por fin me indican que nos esperan en el KFC a la salida de la estación de trenes.
¿A que
cuando os dicen eso y además os hacen un mapa, pensáis que está FUERA de la
estación, eh?
Pues no.
Pero ya llegaremos a ello.
Nuestro
anónimo conductor de ayer nos espera en la puerta de nuestro hotel de Kaili con el suv. Lleva colchonetas
hinchables en el maletero, estoy segura de que ayer se lo pasaron genial en el
río.
En más de
media hora llegamos a la estación, y cuando le voy a pagar me dice que no hace
falta. Nos hace reverencias y da las gracias, cuando somos nosotros quienes
tenemos que hacérselas a él.
Os dejo aquí el id de wechat por si queréis contactarle (me dio su permiso): wxid_7etu7kyuqd522
De nuevo me sorprendo con la amabilidad de los chinos.
Os dejo aquí el id de wechat por si queréis contactarle (me dio su permiso): wxid_7etu7kyuqd522
De nuevo me sorprendo con la amabilidad de los chinos.
En hora y media llegamos a Huaihuanan.
Ahora sí, de Huaihuanan a Fenghuang
En Huaihua vamos
siguiendo los carteles de salida por el subterráneo de la estación, y en dicho
subterráneo veo un KFC. Y un chino que me mira. Y yo le miro mientras avanzo
lentamente. Y deja de mirarme. No me cuadra este KFC, pero ¿va a haber otro a
20 metros?.
Retrocedo.
Me acerco a él, que me dice algo en chino como si yo hablara chino, y al ver mi
perplejidad me enseña su móvil con una foto suya en el wechat, y entiendo por
señas que me dice si yo tengo esa foto. Hum. Mucho hum. Enciendo los datos y me
conecto a mi propia red wifi. Escribo a la mujer del hotel de Fenghuang (gracias a dios que le pedí el número por email) y le
pido que me mande la foto del conductor. Me manda la foto y es exactamente la
misma que me enseñaba este hombre.
Una manera un poco rara de reconocer a alguien, pero efectiva de todas formas.
Una manera un poco rara de reconocer a alguien, pero efectiva de todas formas.
Cochazo para
solo dos personas… el hombre del hotel de Kaili me dijo que teníamos que
esperar a dos pasajeros más ("you have to wait for two people there"), pero no hay más
pasajeros. Lo que digo: el día que se entiendan entre ellos, tiembla occidente.
Fenghuang
Tardamos una
hora y cuarto en llegar a Fenghuang, por autovía. La mujer del hotel sale a
recibirnos porque la entrada al hotel está en un callejón sin salida de otro callejón
sin salida de una calle tan estrecha que el coche no puede acceder hasta el
final.
La chica que
lo lleva es supermaja y chapurrea algo de inglés. Aunque “car with driver”
no lo entiende. Además me dice convencida “ah, cá!”. “Cá” no es car, mujer.
Pero bueno. Llama a un conocido suyo y acordamos por 600 yuanes que nos lleve
mañana a Hongshiling y Furong. La de pasado mañana a Dehang por 400 yuanes ya
la decidiremos. Y quedamos a las 8 de la mañana.
Nos da un
mapa de Fenghuang, todo en chino, y nos explica dónde están los lugares
interesantes.
Preguntamos por un lugar para comer y nos dice uno que está lejísimos… así que nos indica otro más cercano, a 3 minutos andando. Y a ese vamos, porque tenemos bastante hambre.
Preguntamos por un lugar para comer y nos dice uno que está lejísimos… así que nos indica otro más cercano, a 3 minutos andando. Y a ese vamos, porque tenemos bastante hambre.
Entre un
hombre que habla casi nada de inglés, los traductores y las fotos, pedimos unos
fideos y algo que parece paella con gambas. Y resultan ser unas deliciosas
gambas al ajillo.
Y los fideos… no, los fideos aún no sabemos qué son. Pero también tienen ajo. Suerte que me gusta.
Reposamos un poco la comida en la habitación. En Fenghuang hace muuuucho calor. Se nos acabó ya el fresquito de Kaili (y mira que en Xijiang hizo horrible).
Salimos a dar una vuelta por el pueblo, que está atestado de gente. Al menos este me esperaba que estuviera así… caminando caminando y perdiéndonos un poco (de nada sirve el artístico pero impreciso mapa que nos han dado) acabamos en la pagoda, que está toda bonita en una orilla del río.
La verdad es que hemos empezado a subir y bajar escaleras, a callejear por todos sitios, y creo que tenemos Fenghuang casi visto.
Sólo estoy haciendo fotos con el móvil (la cámara la dejé en el hotel), así que otro día tendré que volver a hacer el mismo camino.
A pesar de la gente, es un pueblo muy bonito... pero masificado.
En fin, que salimos a dar un paseo, y se nos ha hecho de noche.
Parece que el viaje ya se está enderezando... y mañana toca uno de los platos fuertes de China.
Datos prácticos
Hotel Fenghuang: Zenshui Renjia Inn.
Le dan un 9’6 a este hotel, que realmente es una guesthouse, y…. en serio, Booking, revisad un poco los ítems puntuables.
Limpieza: pues recién fregado, sábanas limpias, sin polvo. Claro que está limpio. Ahora bien: la ducha se cae a trozos y el cristal ni se puede cerrar, el agua se escapa por debajo de la ducha, el grifo está carcomido ya de la humedad, igual que hay algún desconchón que otro por la pared, y de los remates en esquinas y demás ni hablamos.
La habitación es muy pequeña (aunque la cama es grande), y el balcón que tiene da a la parte de atrás de otro edificio. Muy raro. La entrada también es muy original, porque es una puerta al balcón, que está abierto. Así que se puede entrar de un salto…
Nos costaron 3 noches 684 yuanes (recordad reservar vuestros hoteles de booking desde este enlace, y os descontarán a vosotros 15 euros y a mi otros 15).
Restaurante en Fenghuang: no tengo ni la más remota idea de cómo se llama. Pero, salimos a la calle perpendicular al río (desde el hotel), pero en lugar de bajar al río, caminamos en dirección contraria (o sea, hacia la derecha). Al acabarse esa calle y llegar a una perpendicular con dos carriles, caminamos hacia la izquierda. En la acera de enfrente, a unos 100 metros, hay un restaurante que parece un invernadero, bastante moderno. Si veis el mapa que nos dieron de Fenghuang, su nombre está escrito en azul, en la parte superior del mapa.
Comimos bien por 140 yuanes dos personas.
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