Sábado 26 de Agosto de 2017

Volvemos a regatear un coche con conductor en el hostel, pero esta vez son duros de roer y no conseguimos bajar de 350 yuanes. Vamos a ir a los montes Huangshan (montañas amarillas), pero no para entrar (porque es carísimo y además es para hacer trekkings largos) sino que iremos al valle Esmeralda, donde también rodaron escenas de Tigre y Dragón y se supone que no hay muchas escaleras que subir.


Montañas Amarillas - Valle Esmeralda
Pagamos el ticket de entrada y seguimos las indicaciones y a una hilera de chinos de lo más variada: desde personajes ataviados como si fueran a subir al campamento base del Everest, como chinas con plataformas y tacones tirando de muchachos de apenas dos años..

Montañas Amarillas - Valle Esmeralda

No es un recorrido muy duro, como podéis imaginar, y menos aún si te lo tomas con calma. La gente dice que puede servir de calentamiento para las rutas que se realizan en las montañas amarillas. A mi me pareció una manera de pasear por el campo, sin más.

Montañas Amarillas - Valle Esmeralda

El camino del valle esmeralda discurre paralelo al cauce de un pequeño río, en un cañón bastante erosionado por el paso del agua.

Hay bastantes saltos que producen varias pozas de un color verde esmeralda (para mi siempre será azul turquesa) que son los que dan nombre al valle.

Montañas Amarillas - Valle Esmeralda

Nosotros (y casi todos los chinos, porque me aventuré algo más hacia delante y no vi ni un alma) llegamos a una piedra que tiene grabado el carácter chino “ai”, que significa “amor”, y donde muchas parejas de recién casados deciden hacer su reportaje de boda.

Montañas Amarillas - Valle Esmeralda

Aún subiendo río arriba, comenzó a llover a mares. Nos resguardamos junto con un montón de gente bajo el techo de un puesto de venta de comida y bebida, el único que encontramos en el camino, y donde pregunté por el precio del agua. Casi me caigo de culo cuando me piden 40 yuanes por una botella de medio litro… al final pagué 10 por otra botella poco más pequeña y de una marca diferente. Consejo: llevad agua.

Por cierto que en la piedra en la que está grabada la palabra “amor” resbala. Mucho. Más de lo que creía (sí, me resbalé y caí. Una buena culada me metí…)

Montañas Amarillas - Valle Esmeralda

Regresando por otro camino (que creo que no merece la pena… ya que vas a bajar, hazlo por el río, que al menos es bonito) empezó a llover desmesuradamente.

Teníamos paraguas, y llegamos como sopas a la furgoneta.

Son las 14 cuando llegamos al hotel, y no hay ya ningún restaurante abierto, excepto el KFC o el McDonalds… optamos por el primero, aunque está bastante alejado de nuestra zona.


El regateo


De regreso al hotel vemos un gran grupo de indios por la calle. Unos cuantos, mirando té en la tienda que da acceso a nuestro hotel. Nosotras también queremos té, así que como es nuestro último día en Huangshan, pedimos un kilo. Uno de los indios nos oye pedir y se invita a mi conversación con el tendero para asegurarse de lo que hemos pedido.

- Perdonad, ¿habéis dicho un kilo?
- Eso mismo.
- Pero, ¿para qué queréis tanto?
(Daros cuenta de que el indio y yo hablábamos en inglés, pero no el chino de la tienda, que sólo chapurreaba cuatro palabras…)
- Pues, para hacer té. Es que compramos para todo un año.
- Ui no. Es mucho. Esperad, que mi hijo habla chino y os traduce. Que además hay muchos tipos de té. ¿Habéis pedido que os hagan una cata?

Sin saber muy bien cómo, acabamos sentados en una mesa haciendo una cata de té un montón de gente: el padre indio que se metió en mi compra de té, otro que es creo que el hermano, el hijo que sabe chino, la mujer del primero y la madre de la mujer. Llevan diez años en china y hablan inglés perfecto. Cosa que la china que nos sirve el té, no.

Montañas Amarillas - Valle Esmeralda

Nos reímos mucho con los tés, las costumbres chinas, los regateos y demás. De hecho son tan majos que nos preguntan si hemos regateado el té, a lo que nosotras contestamos que no, que tienen un cartel con el precio. Y nos explican que aquí en china hay que regatear incluso en los grandes almacenes. Y para demostrárnoslo, hablan con el que nos ha vendido el té y le piden que o nos baje el precio o nos regale algo. Y habíamos pagado hacía una hora! Nos despedimos ya de ellos, ha sido un rato genial… y los de la tienda nos han regalado unos crisantemos (que sirven para refrescar el cuerpo) para echar en el té, gracias al regateo de los indios.

Montañas Amarillas - Valle Esmeralda

Sólo nos queda un tren más, mañana, para terminar nuestro recorrido por China.

Datos prácticos:

Ticket al valle esmeralda: 90 yuanes.Hora y cuarto tardamos en llegar, y dos horas y cuarto o y media estuvimos por allí.

Al día siguiente, taxi de una calle cercana al hostel a la estación (parado por nosotras), 40 yuanes y 25 minutos.

Tren de Huanshan a Shanghai, 4 horas.

Taxi de Shanghai Hongquiao al hotel: 74 yuanes


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