India de nuevo, parte 3.
Miércoles, 28 de Diciembre de 2017.
Salimos ya del City Palace de Udaipur, donde nos habíamos entretenido más de lo que esperábamos.
Son las 14:30 y deberíamos ir a buscar algún sitio para comer. Sin embargo nada más salir del City Palace veo a mano derecha una tienda de saris... y un escalofrío me recorre la espalda.
Recuerdo las palabras de Abdul de esta mañana: "Udaipur es muy turístico y caro, es mejor que esperéis a Jaipur para comprar".
Bueno... por entrar a mirar no pasa nada.
O eso pensaba.
La tienda en sí, en cuya fachada cuelgan saris, faldas, pantalones y todo tipo de ropa a modo de cortina, es una habitación de unos 5 metros de largo por 2 de ancho. Recubierta de suelo a techo por estanterías, donde se apilan cientos (creo que podría decir miles) de saris.
Están atendiendo a una pareja de indios, pero saca 10 segundos para recolocarnos en el suelo, en una esquina, y decirme que mire lo que quiera y saque los saris que más me gustan.
Soy un poco tímida al principio, pero cuando pregunto el precio y me dice "700 rupias", me doy cuenta de que éste es el sitio... sí.
Creo que estamos una media hora, en la que salgo cargada con 3 saris y casi un lehenga choli. Tengo predilección por ellos, pero sé que no le voy a dar ningún uso... (al menos con los saris me puedo hacer unas cortinas, o falda, o yoquese).
Había buscado en tripadvisor algún lugar recomendado para comer, con las tres b's, y encontré uno llamado "White Terrace Restaurant".
Llegamos a él, no sin tener que rebuscar arduamente entre las decenas de carteles colgados por las calles, y subimos. Pedimos cordero y arroz, que no pica nada de nada de nada, y pagamos 600 rupias (8€). Tienen cerveza, un botellín de medio litro, por 200 rupias.
Se nos han hecho las cuatro de la tarde y en tres horas empieza el show cultural... ponemos rumbo al hotel a dejar las compras y descansar un poco.
Nos pasamos por Bagore ki Haveli (donde realizan el show) a ver si nos venden las entradas, pero nos dicen que hasta las 18 nada.
Estamos al lado de Gangaur Ghat, así que hacemos una rápida visita... no hay mucho que ver.
Y ya que estamos, y como en el restaurante no nos dieron opción, nos sentamos en una cafetería que encontramos por el camino a tomar un café.
Me gusta esta ciudad. Es tranquila, para ser India.
Por fin ponemos rumbo al hotel.... y justo antes de cruzar el lago nos damos cuenta: "¡pero si no hemos visto el templo Jagdish!"
Qué cabeza.... damos media vuelta, que además es cuesta arriba, hacia el templo, de entrada gratuita.
Estos templos labrados me recuerdan irremediablemente a los que vi en el sur de India hace dos años...
Hay algún mono por los tejados. En mi linea, evito cualquier contacto visual con ellos, y además mantengo un radio de seguridad.
Ahora sí que ponemos rumbo al hotel, donde no nos da tiempo a estar más de media hora...
Teníamos dudas sobre si ir al show o no. Hablamos con Mónika y Anil y ambos nos convencen de ir. Y de ir pronto, porque casi nos quedamos sin entradas.
Y bien que hicimos en seguir su consejo de ver el show, porque los bailes me encantan. Recordad el nombre y no os lo perdáis: Bagore ki Haveli, dos sesiones: a las 19 y a las 20.
Al volver al hotel, se va la luz en toda la orilla oeste del lago Pichola.
Nos toca comer las sardinas a oscuras.
Recuerda que estoy preparando algo en el canal de youtube. ¡Ve a suscribirte para no perdertelo!
Datos prácticos:
El hotel es el Panorama Guesthouse. 2020 rupias una noche, sin desayuno. Tiene restaurante en la azotea que vimos pero no probamos. La carta tenía buena pinta y era barata. No hay ascensor, toca subir escaleras. Y para llegar... en tuktuk.
Miércoles, 28 de Diciembre de 2017.
Salimos ya del City Palace de Udaipur, donde nos habíamos entretenido más de lo que esperábamos.
Son las 14:30 y deberíamos ir a buscar algún sitio para comer. Sin embargo nada más salir del City Palace veo a mano derecha una tienda de saris... y un escalofrío me recorre la espalda.
Recuerdo las palabras de Abdul de esta mañana: "Udaipur es muy turístico y caro, es mejor que esperéis a Jaipur para comprar".
Bueno... por entrar a mirar no pasa nada.
La tienda en sí, en cuya fachada cuelgan saris, faldas, pantalones y todo tipo de ropa a modo de cortina, es una habitación de unos 5 metros de largo por 2 de ancho. Recubierta de suelo a techo por estanterías, donde se apilan cientos (creo que podría decir miles) de saris.
Están atendiendo a una pareja de indios, pero saca 10 segundos para recolocarnos en el suelo, en una esquina, y decirme que mire lo que quiera y saque los saris que más me gustan.
Soy un poco tímida al principio, pero cuando pregunto el precio y me dice "700 rupias", me doy cuenta de que éste es el sitio... sí.
Creo que estamos una media hora, en la que salgo cargada con 3 saris y casi un lehenga choli. Tengo predilección por ellos, pero sé que no le voy a dar ningún uso... (al menos con los saris me puedo hacer unas cortinas, o falda, o yoquese).
Había buscado en tripadvisor algún lugar recomendado para comer, con las tres b's, y encontré uno llamado "White Terrace Restaurant".
Llegamos a él, no sin tener que rebuscar arduamente entre las decenas de carteles colgados por las calles, y subimos. Pedimos cordero y arroz, que no pica nada de nada de nada, y pagamos 600 rupias (8€). Tienen cerveza, un botellín de medio litro, por 200 rupias.
Se nos han hecho las cuatro de la tarde y en tres horas empieza el show cultural... ponemos rumbo al hotel a dejar las compras y descansar un poco.
Nos pasamos por Bagore ki Haveli (donde realizan el show) a ver si nos venden las entradas, pero nos dicen que hasta las 18 nada.
Estamos al lado de Gangaur Ghat, así que hacemos una rápida visita... no hay mucho que ver.
Casi es más bonita desde el hotel |
Y ya que estamos, y como en el restaurante no nos dieron opción, nos sentamos en una cafetería que encontramos por el camino a tomar un café.
Me gusta esta ciudad. Es tranquila, para ser India.
Por fin ponemos rumbo al hotel.... y justo antes de cruzar el lago nos damos cuenta: "¡pero si no hemos visto el templo Jagdish!"
Qué cabeza.... damos media vuelta, que además es cuesta arriba, hacia el templo, de entrada gratuita.
Estos templos labrados me recuerdan irremediablemente a los que vi en el sur de India hace dos años...
Hay algún mono por los tejados. En mi linea, evito cualquier contacto visual con ellos, y además mantengo un radio de seguridad.
Ahora sí que ponemos rumbo al hotel, donde no nos da tiempo a estar más de media hora...
Teníamos dudas sobre si ir al show o no. Hablamos con Mónika y Anil y ambos nos convencen de ir. Y de ir pronto, porque casi nos quedamos sin entradas.
Y bien que hicimos en seguir su consejo de ver el show, porque los bailes me encantan. Recordad el nombre y no os lo perdáis: Bagore ki Haveli, dos sesiones: a las 19 y a las 20.
Al volver al hotel, se va la luz en toda la orilla oeste del lago Pichola.
Nos toca comer las sardinas a oscuras.
Recuerda que estoy preparando algo en el canal de youtube. ¡Ve a suscribirte para no perdertelo!
Datos prácticos:
El hotel es el Panorama Guesthouse. 2020 rupias una noche, sin desayuno. Tiene restaurante en la azotea que vimos pero no probamos. La carta tenía buena pinta y era barata. No hay ascensor, toca subir escaleras. Y para llegar... en tuktuk.
2 Comentarios
Leyéndote nos están entrando unas ganas de ir a la India....
ResponderEliminarVuelos "baratos", se puede planificar sin mucha antelación, te llevan en coche, las niñas ya son algo más mayores.... mmmm ;)
Eliminar