Viernes 24 de Agosto de 2018
Anoche llegamos al pueblo de La Caserne para alojarnos en uno de los hoteles más cercanos para visitar el Monte Saint Michel.
Dejamos nuestras cosas en la habitación y salimos a esperar a alguna de las lanzaderas que en menos de 5 minutos recorren el pequeño trayecto que hay desde tierra firme hasta el monte.
Ya sabéis que nosotros hemos reservado un coche con el que venimos desde Blois, aunque también se puede llegar en autobús público... cómo llegar al Monte Saint Michel depende de ti ;).
Si vienes en coche tienes que dejarlo en alguno de los 12 aparcamientos numerados que se encuentran en la entrada del pueblo de La Caserne. El pago del parking del Monte Saint Michel se realiza a la salida en un cajero automático. El precio del parking de Saint Michel es de 6'5€ si estás dos horas y media y 12€ si estás 24 horas.. Ya os contaremos luego lo que pagamos nosotros.
Una vez aparques el coche puedes acercarte al monte Saint Michel a pie o en las lanzaderas gratuitas que salen desde el propio parking.
El aeropuerto más cercano al Monte Saint Michel es el de Rennes, que se encuentra a 75 km.
Una vez en Rennes es sencillo tomar un autobús o tren hasta Pontorson (la duración del trayecto en tren es de una hora aproximadamente y el precio unos 14€). En Pontorson salen autobuses a la misma hora a la que salen y llegan los trenes que te llevarán en 20 minutos hasta el Monte Saint Michel.
La opción más sencilla y cómoda para llegar al monte Saint Michel desde París es hacerlo en tren, bien desde Paris St Lazare (4h30) o bien desde la Gare Montparnasse (3h), por unos 50 €.
Recuerda que aquí puedes ver vuelos baratos a París para este verano.
Como ya hemos dicho antes la manera más sencilla de llegar en autobús de línea es hacerlo desde la estación de trenes de Pontorson
El día no acompaña mucho: hay muchas nubes y amenaza lluvia.
Llegamos en un momento y al igual que las otras 30 personas que se bajan de la lanzadera, nos apiñamos buscando un hueco para sacar la mejor foto del Monte Saint Michel.
Realmente este trozo de piedra en medio del mar (aunque nosotros coincidimos con marea baja así que no pudimos disfrutar del monte rodeado de agua) se llama Monte Tombe, pero hace más de 1300 años que se le conoce con el nombre de Monte Saint Michel; de hecho desde que se construyó en el año 708 un pequeño santuario en honor al arcángel San Miguel.
Tras varias fotos nos adentramos en el pueblo (previa parada en la oficina de información y turismo que se encuentra a la izquierda de las murallas).
A pesar de la cantidad de turistas que hay, mi atención se fija en lo perfectamente bien conservado que están todas las construcciones. Realmente entrar en el Monte Saint Michel es adentrarse en un pequeño pueblo fortificado medieval.
La única pega es que al ser un monte todas las calles están en pendiente... así que cuesta subirlas.
No dedicamos mucho tiempo a esta primera visita ya que realmente la visita completa al Monte Saint Michel la vamos a realizar mañana.
Decidimos volver al hotel y cenar, para acercarnos de noche a ver el monte iluminado.
Y eso hacemos (parando antes en el único supermercado-tienda de souvenirs de todo el pueblo, donde podemos comprar un poco de pan y un par de yogures).
Repetimos la misma acción que esta tarde: salimos del hotel esta vez cargados con el trípode, la cámara, abrigo, gorro, guantes y dos pares de pantalones. Porque sí, estamos en pleno agosto pero la temperatura en el Monte Saint Michel no superaría los 12 grados... a lo que hay que añadirle una fina bruma (no llega ni a ser lluvia) y un fuerte viento.
No, no estoy exagerando: los turistas que vienen en la lanzadera con nosotros visten de similar manera.
Esta vez no queremos llegar hasta el monte; con quedarnos cerca de la parada de las lanzaderas podemos hacer varias fotos nocturnas al Monte Saint Michel.
No es sencillo: ni soy fotógrafa profesional, ni tengo una réflex (me conformo con una bridge de Panasonic) y tanto el viento como la vibración de los autobuses y personas paseando por la pasarela hacen difícil la tarea de que la cámara permanezca inmóvil mientras dispara la foto.
Aun así conseguimos sacar alguna bonita foto nocturna del Monte Saint Michel.
Volvemos no perdiendo mucho tiempo y nos bajamos en la primera parada del bus. Esta parada está junto a una presa que tiene un puente con un bonito mirador al monte Saint Michel.
Está lejos, sí. Pero el hecho de ver a un par de personas con trípodes y cámaras cuatro veces más grandes que los míos haciendo fotos desde allí me hace aventurarme a intentar tomar alguna instantánea.
No me equivoco y aquí también conseguimos más de un bonito recuerdo.
Ya al día siguiente (ahora sí es día 24 de agosto) volvemos a acercarnos al Monte Saint Michel para recorrer todos sus callejones hasta la abadía. No es nuestro plan entrar en la abadía, pero cuando llegamos arriba pensamos "¿por qué no?" y pagamos la entrada para visitar la abadía del Monte Saint Michel.
Pasaron los años y el pueblo se fue extendiendo hasta los pies del peñasco mientras que la abadía iba creciendo y reformándose.
Cuando la comunidad religiosa se disolvió la abadía fue utilizada como prisión durante la revolución francesa y hasta 1863, aunque 11 años más tarde fue convertida en monumento histórico y actualmente está en la lista de patrimonio mundial de la UNESCO.
No voy a entrar en detalles arquitectónicos pero tenéis que daros cuenta de que la abadía está construida sobre un peñasco, es decir, que en el centro de la abadía no hay salones ni nada sino roca. La construcción y los planos de la abadía son realmente sorprendentes y únicos, lo cual ha valido que a la abadía de Saint Michel se la conozca como "La Maravilla".
Durante la visita al Monte Saint Michel se pasan por el claustro, refectorio, sala de huéspedes, criptas, osario y más salas que conforman un auténtico laberinto.
Si a todo este enjambre de callejuelas y fortificaciones le añadimos las gruesas murallas que rodean al Monte Saint Michel es sencillo entender por qué esta isla permaneció inexpugnable durante la Guerra de los Cien Años.
Valoración personal: no teníamos pensado visitar la abadía de Saint Michel y realmente hicimos muy bien entrando a verla. Desde fuera creo que no se aprecia la grandeza de la abadía pero una vez estás dentro y puedes recorrer todos sus recovecos la perspectiva sobre la visita al Monte Saint Michel cambia bastante.
Lo primero que te dice en la oficina de información de Saint Michel es que no camines por la playa solo y que te ciñas a pasear por aquellos caminos habilitados dentro del monte Saint Michel.
Las mareas en esta zona avanzan muy rápidamente y puedes verte atrapado en medio del mar (o hundido en la arena, que a mi según me lo contaron me sonó todo a la posibilidad de que hubiera arenas movedizas en Saint Michel) en menos tiempo del que habías calculado. De hecho dicen que aquí es donde se pueden ver las mareas más grandes de Europa.
Si quieres ver el monte Saint Michel rodeado de agua te recomiendo que visites la página oficial de horarios de mareas del Monte Saint Michel para que compruebes a qué hora va a quedarte más bonita la foto desde la pasarela ;).
En la oficina de información y turismo también ofrecen paseos guiados por la bahía a través de los arenales (inspirado en la tradición milenaria de los peregrinos que acudían al Monte Saint Michel a rezar).
Voy a comenzar a incluir esta nueva sección en mis posts ya que este tipo de datos empiezan a resultarme de interés.
La visita al monte Saint Michel con bebés no entraña ningún peligro si no te sales de los recorridos marcados (recordad que hay zonas que están en mantenimiento o puede haber riesgo de desprendimientos).
Aunque la zona de la pasarela es accesible con carritos, en cuanto se atraviesan las murallas se vuelve inaccesible para cualquier tipo de ruedas debido a su suelo empedrado y a sus múltiples escaleras.
Lo mejor es realizar el recorrido con el bebé en un portabebés (yo tengo claro que me voy a comprar el Omni 360 para mis viajes).
Además la visita se puede realizar en poco más de una hora (visita a la abadía incluida) así que tampoco es un recorrido cansado :)
En el CIT (centro de información turística) que se encuentra en el parking de vehículos hay un aseo y cambiador de bebés disponibles los siete días de la semana las 24 horas del día
La Caserne es el pueblo más cercano al monte Saint Michel. Ahí paran las lanzaderas y si quieres caminar hay unos 20 minutos a través de la pasarela.
El pueblo finaliza justo en la presa sobre la que hay un mirador con vistas al monte.
En este pueblo hay un par de tiendas de comestibles y souvenirs (no creo que lleguen a la categoría de supermercados), restaurantes y 7 hoteles.
Dados los precios que habíamos pagado en otros lugares de nuestro viaje por Europa, no dudamos en elegir un hotel en La Caserne para alojarnos cerca de Saint Michel.
Nuestro hotel fue "Le Relais du Roy", por 115€ una habitación doble, sin desayuno pero con parking gratuito en el hotel.
De esta manera nos ahorramos el pagar dos veces la entrada al parking de Saint Michel... al final solo tuvimos que abonar el último día un importe de 6'5€.
Más información sobre el hotel Le Relais du Roy y reservas.
*Por cierto, te recordamos que los enlaces que utilizamos en nuestra web no suponen ningún incremento de precio en tus compras pero nos ayudan a mantener el blog activo (si no te crees lo del precio prueba a buscarlo en una página nueva de incógnito ;) )
Anoche llegamos al pueblo de La Caserne para alojarnos en uno de los hoteles más cercanos para visitar el Monte Saint Michel.
Dejamos nuestras cosas en la habitación y salimos a esperar a alguna de las lanzaderas que en menos de 5 minutos recorren el pequeño trayecto que hay desde tierra firme hasta el monte.
Cómo llegar al Monte Saint Michel
Ya sabéis que nosotros hemos reservado un coche con el que venimos desde Blois, aunque también se puede llegar en autobús público... cómo llegar al Monte Saint Michel depende de ti ;).
Dónde aparcar en el Monte Saint Michel
Si vienes en coche tienes que dejarlo en alguno de los 12 aparcamientos numerados que se encuentran en la entrada del pueblo de La Caserne. El pago del parking del Monte Saint Michel se realiza a la salida en un cajero automático. El precio del parking de Saint Michel es de 6'5€ si estás dos horas y media y 12€ si estás 24 horas.. Ya os contaremos luego lo que pagamos nosotros.
Una vez aparques el coche puedes acercarte al monte Saint Michel a pie o en las lanzaderas gratuitas que salen desde el propio parking.
Las navettes (lanzaderas) que te acercan al Monte Saint Michel desde el aparcamiento (y haciendo un par de paradas en el pueblo) funcionan desde las 7:30 AM hasta las 00 de manera continua y gratuitamente. Su frecuencia es de 5-20 minutos dependiendo de la época del año.
Tardan unos 12 minutos desde el aparcamiento hasta la última parada, 300 metros anes del Monte Saint Michel.
Caminando desde el aparcamiento el recorrido es de unos 45 minutos.
Cómo llegar en avión al monte Saint Michel
El aeropuerto más cercano al Monte Saint Michel es el de Rennes, que se encuentra a 75 km.
Una vez en Rennes es sencillo tomar un autobús o tren hasta Pontorson (la duración del trayecto en tren es de una hora aproximadamente y el precio unos 14€). En Pontorson salen autobuses a la misma hora a la que salen y llegan los trenes que te llevarán en 20 minutos hasta el Monte Saint Michel.
Cómo llegar al Monte Saint Michel desde París
La opción más sencilla y cómoda para llegar al monte Saint Michel desde París es hacerlo en tren, bien desde Paris St Lazare (4h30) o bien desde la Gare Montparnasse (3h), por unos 50 €.
Recuerda que aquí puedes ver vuelos baratos a París para este verano.
Cómo llegar en bus al monte Saint Michel
Como ya hemos dicho antes la manera más sencilla de llegar en autobús de línea es hacerlo desde la estación de trenes de Pontorson
Primera visita al Monte Saint Michel
El día no acompaña mucho: hay muchas nubes y amenaza lluvia.
Llegamos en un momento y al igual que las otras 30 personas que se bajan de la lanzadera, nos apiñamos buscando un hueco para sacar la mejor foto del Monte Saint Michel.
Realmente este trozo de piedra en medio del mar (aunque nosotros coincidimos con marea baja así que no pudimos disfrutar del monte rodeado de agua) se llama Monte Tombe, pero hace más de 1300 años que se le conoce con el nombre de Monte Saint Michel; de hecho desde que se construyó en el año 708 un pequeño santuario en honor al arcángel San Miguel.
Tras varias fotos nos adentramos en el pueblo (previa parada en la oficina de información y turismo que se encuentra a la izquierda de las murallas).
A pesar de la cantidad de turistas que hay, mi atención se fija en lo perfectamente bien conservado que están todas las construcciones. Realmente entrar en el Monte Saint Michel es adentrarse en un pequeño pueblo fortificado medieval.
La única pega es que al ser un monte todas las calles están en pendiente... así que cuesta subirlas.
No dedicamos mucho tiempo a esta primera visita ya que realmente la visita completa al Monte Saint Michel la vamos a realizar mañana.
Decidimos volver al hotel y cenar, para acercarnos de noche a ver el monte iluminado.
Y eso hacemos (parando antes en el único supermercado-tienda de souvenirs de todo el pueblo, donde podemos comprar un poco de pan y un par de yogures).
Visita nocturna al Monte Saint Michel
Repetimos la misma acción que esta tarde: salimos del hotel esta vez cargados con el trípode, la cámara, abrigo, gorro, guantes y dos pares de pantalones. Porque sí, estamos en pleno agosto pero la temperatura en el Monte Saint Michel no superaría los 12 grados... a lo que hay que añadirle una fina bruma (no llega ni a ser lluvia) y un fuerte viento.
No, no estoy exagerando: los turistas que vienen en la lanzadera con nosotros visten de similar manera.
Esta vez no queremos llegar hasta el monte; con quedarnos cerca de la parada de las lanzaderas podemos hacer varias fotos nocturnas al Monte Saint Michel.
No es sencillo: ni soy fotógrafa profesional, ni tengo una réflex (me conformo con una bridge de Panasonic) y tanto el viento como la vibración de los autobuses y personas paseando por la pasarela hacen difícil la tarea de que la cámara permanezca inmóvil mientras dispara la foto.
Aun así conseguimos sacar alguna bonita foto nocturna del Monte Saint Michel.
Volvemos no perdiendo mucho tiempo y nos bajamos en la primera parada del bus. Esta parada está junto a una presa que tiene un puente con un bonito mirador al monte Saint Michel.
Está lejos, sí. Pero el hecho de ver a un par de personas con trípodes y cámaras cuatro veces más grandes que los míos haciendo fotos desde allí me hace aventurarme a intentar tomar alguna instantánea.
No me equivoco y aquí también conseguimos más de un bonito recuerdo.
Visita a la abadía del Monte Saint Michel
Ya al día siguiente (ahora sí es día 24 de agosto) volvemos a acercarnos al Monte Saint Michel para recorrer todos sus callejones hasta la abadía. No es nuestro plan entrar en la abadía, pero cuando llegamos arriba pensamos "¿por qué no?" y pagamos la entrada para visitar la abadía del Monte Saint Michel.
Información práctica del Monte Saint Michel:Como ya dijimos antes en este monte se construyó un pequeño santuario. En el siglo X los benedictinos se instalaron en este santuario que tras diversas ampliaciones ya tenía la categoría de abadía.
La entrada a la abadía de Saint Michel son 10 euros por persona y los menores de 26 años entran gratuitamente. Hay un espectáculo nocturno a las 19:30 cuya entrada cuesta 15€.
Pasaron los años y el pueblo se fue extendiendo hasta los pies del peñasco mientras que la abadía iba creciendo y reformándose.
Cuando la comunidad religiosa se disolvió la abadía fue utilizada como prisión durante la revolución francesa y hasta 1863, aunque 11 años más tarde fue convertida en monumento histórico y actualmente está en la lista de patrimonio mundial de la UNESCO.
No voy a entrar en detalles arquitectónicos pero tenéis que daros cuenta de que la abadía está construida sobre un peñasco, es decir, que en el centro de la abadía no hay salones ni nada sino roca. La construcción y los planos de la abadía son realmente sorprendentes y únicos, lo cual ha valido que a la abadía de Saint Michel se la conozca como "La Maravilla".
Durante la visita al Monte Saint Michel se pasan por el claustro, refectorio, sala de huéspedes, criptas, osario y más salas que conforman un auténtico laberinto.
Si a todo este enjambre de callejuelas y fortificaciones le añadimos las gruesas murallas que rodean al Monte Saint Michel es sencillo entender por qué esta isla permaneció inexpugnable durante la Guerra de los Cien Años.
Valoración personal: no teníamos pensado visitar la abadía de Saint Michel y realmente hicimos muy bien entrando a verla. Desde fuera creo que no se aprecia la grandeza de la abadía pero una vez estás dentro y puedes recorrer todos sus recovecos la perspectiva sobre la visita al Monte Saint Michel cambia bastante.
Horarios de mareas del Monte Saint Michel
Lo primero que te dice en la oficina de información de Saint Michel es que no camines por la playa solo y que te ciñas a pasear por aquellos caminos habilitados dentro del monte Saint Michel.
Las mareas en esta zona avanzan muy rápidamente y puedes verte atrapado en medio del mar (o hundido en la arena, que a mi según me lo contaron me sonó todo a la posibilidad de que hubiera arenas movedizas en Saint Michel) en menos tiempo del que habías calculado. De hecho dicen que aquí es donde se pueden ver las mareas más grandes de Europa.
Si quieres ver el monte Saint Michel rodeado de agua te recomiendo que visites la página oficial de horarios de mareas del Monte Saint Michel para que compruebes a qué hora va a quedarte más bonita la foto desde la pasarela ;).
En la oficina de información y turismo también ofrecen paseos guiados por la bahía a través de los arenales (inspirado en la tradición milenaria de los peregrinos que acudían al Monte Saint Michel a rezar).
Visitar el Monte Saint Michel con bebés
Voy a comenzar a incluir esta nueva sección en mis posts ya que este tipo de datos empiezan a resultarme de interés.
La visita al monte Saint Michel con bebés no entraña ningún peligro si no te sales de los recorridos marcados (recordad que hay zonas que están en mantenimiento o puede haber riesgo de desprendimientos).
Aunque la zona de la pasarela es accesible con carritos, en cuanto se atraviesan las murallas se vuelve inaccesible para cualquier tipo de ruedas debido a su suelo empedrado y a sus múltiples escaleras.
Lo mejor es realizar el recorrido con el bebé en un portabebés (yo tengo claro que me voy a comprar el Omni 360 para mis viajes).
En el CIT (centro de información turística) que se encuentra en el parking de vehículos hay un aseo y cambiador de bebés disponibles los siete días de la semana las 24 horas del día
Hoteles cerca del Monte Saint Michel
La Caserne es el pueblo más cercano al monte Saint Michel. Ahí paran las lanzaderas y si quieres caminar hay unos 20 minutos a través de la pasarela.
El pueblo finaliza justo en la presa sobre la que hay un mirador con vistas al monte.
En este pueblo hay un par de tiendas de comestibles y souvenirs (no creo que lleguen a la categoría de supermercados), restaurantes y 7 hoteles.
Dados los precios que habíamos pagado en otros lugares de nuestro viaje por Europa, no dudamos en elegir un hotel en La Caserne para alojarnos cerca de Saint Michel.
Nuestro hotel fue "Le Relais du Roy", por 115€ una habitación doble, sin desayuno pero con parking gratuito en el hotel.
De esta manera nos ahorramos el pagar dos veces la entrada al parking de Saint Michel... al final solo tuvimos que abonar el último día un importe de 6'5€.
Más información sobre el hotel Le Relais du Roy y reservas.
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